Cerca de 200 personas pasan cada fin de semana, entre viernes y domingo, por el punto de encuentro familiar que la Xunta mantiene habilitado desde 2001 en Pontevedra y que actualmente se encuentra colapsado. Se trata de un número muy elevado para unas instalaciones que se quedan pequeñas y que cuentan con una lista de espera de más de 20 familias.

Los puntos de encuentro familiar fueron creados por la Consellería de Política Social para facilitar y preservar la relación entre los menores con las personas de su familia en situación crisis, de modo que tienen como fin la seguridad y bienestar de los pequeños y facilitar el cumplimiento del régimen de visitas concertado.

En Pontevedra se encuentra en el interior del edificio de la Delegación Provincial de Sanidade, en la Avenida de Vigo, y ofrece asistencia en aquellos supuestos en los que se establezca judicialmente, siempre que sea el punto más próximo al domicilio del menor, por lo que sus usuarios pueden residir en toda la provincia de Pontevedra. Esto provoca que actualmente se encuentre saturado, ya que, especialmente los fines de semana, ha aumentado el número de personas que lo utilizan para citarse con los padres o madres de los pequeños, así como con otros familiares, para proceder al intercambio en el régimen de visitas. Entre viernes y domingo son unas 200 las personas que se pueden pasar por este punto. Esta elevada afluencia ha provocado que sean numerosas las familias que todavía no lo pueden usar, aunque sí lo han solicitado oficialmente. La cifra sobrepasa la veintena.

El grupo municipal socialista ha presentado una moción para su debate en el próximo pleno del Concello en relación al punto de encuentro judicial de Pontevedra, "que se encuentra en una situación francamente mejorable, necesitándose una mayor implicación por parte de la Xunta de Galicia y del Concello", explicó el portavoz del partido, Agustín Fernández.

"Creemos que es el momento oportuno para poner sobre la mesa un tema que es preocupante desde el punto de vista social. A veces, cuando hablamos de las inversiones en Pontevedra pensamos en carreteras, campos de fútbol, pabellones deportivos... y nos olvidamos de estas cuestiones de política social, porque parece que son poco importante o porque tienen menos visibilidad. Y los presupuestos tienen que tener un poco más de corazón y un poco menos de cemento", consideró Fernández, que destacó que este es el momento adecuado para esta demanda teniendo en cuenta la próxima reunión solicitada por el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, a la Xunta de Galicia.

Los socialistas proponen, entre otras cuestiones, que el lugar donde los progenitores y otros familiares de los menores se reúnan sea "más acogedor", una condición que, a su entender no cumple el punto de la Avenida de Vigo.

"La actual localización no nos parece el lugar más adecuado, presentando incluso algún problema de accesibilidad no solucionado con la instalación reciente de un ascensor", señaló, por su parte, Paloma Castro, concelleira do PSOE.

Asimismo, el acceso durante los fines de semana, cuando el edificio de Sanidade está cerrado, se realiza "por un lateral del mencionado edificio, lo que implica posibles riesgos al acceder a él por un camino que, además de no estar iluminado, tiene detrás un jardín sin salida". "No parece lo más adecuado si tenemos en cuenta que no son pocas las usuarias que tienen una orden de protección por ser víctimas de violencia de género", destacó la socialista.

Castro indicó que en los casos más graves, las entregas y recogidas de los niños se producen sin contacto alguna entre los padres.

El punto de encuentro pontevedrés está compuesto por una sala de espera en la que tienen cabida, "como mucho", unas ocho o diez personas. El cuarto de televisión tiene capacidad para otras tres o cuatro. A mayores hay una cocina, una oficina pequeña y tres salas, divididas según la edad de los pequeños. "No se pueden realizar las visitas más de dos familias a la vez, tres como mucho en el caso de un solo hijo", recalcó Paloma Castro.

El personal también es motivo de crítica para los socialistas, ya que el punto de encuentro pontevedrés solo tiene tres trabajadores, dos psicólogas y una trabajadora social, "que trabajan en turnos de dos".

"Es necesario más personal, porque entre semana no hay problema, pero los fines de semana sí. De hecho, hay una lista de espera de unas 20 familias que cuentan ya con una resolución judicial firme", apunta el PSOE.

Por todo ello, se solicita un cambio de ubicación. La propuesta del grupo municipal socialista en este sentido es el edificio de la Xunta en la calle Benito Corbal, "que aún no tiene ningún fin adscrito".

La provincia solo cuenta con dos puntos de este tipo, uno en Pontevedra y otro en Vigo.