La futura planta de compostaje que el Concello de Pontevedra pretende construir en los montes de la parroquia de A Canicouva se diseñará para tratar alrededor de 6.000 toneladas al año de materia orgánica, según los primeros datos del plan de residuos que elabora el gobierno local en colaboración con la Diputación. Este documento señala que de los 83.000 habitantes del municipio, alrededor de 39.000 (el 45% aproximadamente) utilizarán la proyectada instalación de A Canicouva, ya que no es posible tratar la materia orgánica de sus hogares mediante composteros, bien individuales o bien colectivos, según explica la concejala Carmen da Silva. Se trata en su mayor parte de residentes en la zona urbana más densa.

Sí será posible utilizar composteros para el 55% de la población, unos 44.000 habitantes. De ellos, alrededor de 21.000 (el 26%) contarían con recipientes individuales en sus propias casas y que dispongan de huerta, preferentemente en el rural. Se calcula que harían falta unos 8.800 composteros. Otro 30% (unos 23.000 habitantes) dispondrían de composteros comunitarios en sus barrios, como ya ocurre en Monte Porreiro. Campolongo y O Gorgullón son otros ejemplos donde se colocarían estos centros de compostaje, unos 190.

De este modo se estima que unas 15.000 toneladas de materia orgánica (restos de comida) serían "recicladas" cada año para ser convertidas en compost, de modo que no sería necesario su envío a Sogama. Se trata, aproximadamente, de la mitad de toda la basura que remite ahora el Concello a esta empresa.

Por el momento no hay un calendario concreto para implantar todo este sistema y todavía es necesario determinar el sistema de recogida, vinculado al futuro contrato del servicio, cuya concesión actual concluye en junio de 2017. Se baraja añadir un quinto contenedor, solo para materia orgánica, a los cuatro de papel, vidrio, envases y residuos generales, ya existentes ahora en la calle.