La víctima del atropello, María Freire, continúa recuperandose de las graves heridas que sufrió en este accidente en el hospital Montecelo de Pontevedra. Inicialmente se creía que tenía la cadera rota, pero las últimas pruebas indican "que además tengo toda la pelvis destrozada" y que las características de las lesiones provocan que no sea aconsejable una intervención quirúrgica, sino un tratamiento que va a prolongar, y mucho, su recuperación.

"Lo primero que me dijeron es que voy a estar como mínimo un mes sin poder levantarme, casi sin moverme y cuando escuché eso me desmoroné", explicaba desde su cama en Montecelo. "Incluso para comer solo puedo levantarme un poquito, casi nada", lamenta. Dice que los calmantes que le suministran por ahora mantienen a raya el dolor pero teme que le puedan quedar consecuencias de las lesiones que ha sufrido. "De momento no me han dicho nada", explica, "supongo que aún es pronto". Por el momento, señala que le han puesto "una tracción, un hierro" en la cadera.

María, que el domingo pedía ayuda para localizar al autor del atropello, recibió "aliviada" la noticia de que había sido interceptado por la Guardia Civil pocas horas después del atropello. "Pues sí es un alivio que lo hayan pillado, y más sabiendo como decís que antes había agredido a su mujer".

María se agarra a lo positivo y trata de ser optimista. "Dentro de lo malo, por lo menos no sufrí ningún golpe en la cabeza",señala, "pienso que podía ser peor, porque me golpeó con un alerón que si llega a pillarme en el medio de la carretera me pasa por encima y podría ser que ahora se estuviera hablando de algo peor", relata, "intento estar lo más positiva posible".

Ahora espera estar recuperada lo antes posible y volver con su marido e hijos que viven con preocupación lo que le ha ocurrido a ella.