El Plan Móvese, presentado recientemente por la Diputación de Pontevedra, recoge la gran mayoría de las propuestas de pacificación del tráfico en las carreteras provinciales trasladadas a este organismo por el gobierno local.

Y es que la concejala de Seguridade, Vanessa Rodríguez Búa, ha atendido durante los últimos meses las sugerencias trasladadas tanto por colectivos vecinales como por ciudadanos particulares demandando la adopción de medidas que garanticen la seguridad de los peatones.

Por ello, desde el gobierno local valoran positivamente la inclusión en el Plan Móvese de un total de 38 reductores físicos de velocidad y 18 pasos de peatones que se distribuirán en doce tramos de otras tantas carreteras provinciales, concretamente en los viales Sanxenxo-Samieira, Nanín-Bordóns; Padriñán-Laxe; Sanxenxo-Meaño; Portonovo-Vichona; Vichona-Dena; Noalla-Aios; C-550-Iglesia Vilalonga; Acceso a Rouxique; Vilalonga-Fianteira; Noalla-Praia de A Lanzada y A Granxa-Dorrón.

El objetivo de estos elementos es crear espacios de coexistencia equitativa para todos los sistemas de desplazamiento en un entorno viario seguro y tranquilo y la edil de Seguridad confía en que estas medidas, demandadas por los vecinos en las diferentes parroquias, contribuyan a incrementar la seguridad de los peatones en estos entornos.

Una de las carreteras más beneficiadas por estas medidas de reducción de la velocidad es la EP 9201, entre Sanxenxo y Bordóns, en la que la Diputación instalará un total de diez reductores físicos de velocidad con un ancho de nueve metros, algunos de ellos protegiendo los cuatro pasos de peatones que también se pintarán en ese vial y que contarán con iluminación.

En la carretera que une Portonovo con A Vichona, la Diputación instalará también ocho reductores físicos de velocidad, de siete metros de ancho, que estarán situados antes y después de los cuatro pasos de peatones que pintarán en este trazado y que pretenden disuadir a los conductores de circular a velocidades elevadas.

Noalla-Aios

En la carretera que une Noalla con Aios la Diputación instalará siete reductores de velocidad, de ocho metros de ancho; mientras que los cuatro previstos en la carretera de A Granxa a Dorrón serán de 9 metros de ancho y protegerán los cuatro pasos de peatones que se pintarán.

A mayores está prevista la colocación de dos reductores en el vial que va de Nanín a la iglesia de Bordóns y otros dos en la Padriñán a A Laxa, así como en la de A Vichona a Dena. La carretera de Sanxenxo a Meaño implementará su seguridad vial con un reductor (lombo) y tres pasos de peatones.

En el acceso a Rouxique y en el vial de Vilalonga a Fianteira se instalará un único reductor de velocidad en cada una de ellas mientras que en el acceso a la iglesia de Vilalonga se pintarán dos pasos de peatones. Por esta última solución ha optado también la Diputación para atender la demanda de mejora de la seguridad viaria en el acceso que une Noalla con la playa de A Lanzada, en la que se pintarán tres pasos de peatones.