Las trayectorias laborales de Francisco Daporta, delineante, y Emilio Lago, empresario, eran muy diferentes, por lo menos hasta este año. Si se lo hubieran dicho, nunca hubieran imaginado que iban a trabajar juntos, al menos no en la empresa de este último, dedicada a la comercialización de aves. Pero el destino les unió profesionalmente, y todo gracias a la intermediación de la Cruz Roja y su Plan de Empleo.

Francisco Daporta tiene 50 años y tres décadas a sus espaldas como delineante. Trabajó con las empresas más importantes del sector de la construcción en España, desde las locales Nino Mirón y San José, hasta Sacyr, Hierros Santa Cruz, Dragados, Ferrovial, OHL y el Ministerio de Fomento, entre otras.

"Cuando empezó la crisis, la construcción se fue al garete. Hubo ERE, problemas y muchos trabajadores nos fuimos a la calle. Y yo me vi en el paro con mucha experiencia y una edad complicada en el paro", recuerda Francisco Daporta.

Alternó algunos meses de desempleo con trabajos, pero la cosa iba cada vez a menos. Los últimos trabajos que realizó fueron en México D.F., con la construcción de una fábrica, y la de la estación del tren en Urzáiz, Vigo. Después ya solo paro y más paro.

"Depende de cada persona, pero yo quiero trabajar, porque cada día sin ir al trabajo me provocaba una urticaria", dice metafóricamente hablando. Cuando agotó los cuatro meses de la prestación que tenía y ya cobraba una ayuda familiar, tiene esposa y dos hijos, llegó hasta Cruz Roja. Y fue, precisamente, a través de esta asociación que encontró lo que, a todas vistas, parece un empleo estable.

"Maite López, nuestra encargada de Recursos Humanos, fue quien habló con Cruz Roja. Nos propusieron este proyecto, enfocado a la inserción laboral, y nos pareció interesante", cuenta Emilio Lago, de la empresa Lago Aves, en la que ahora trabaja Francisco Daporta.

"Fran comenzó en el almacén, pero pronto nos dimos cuenta de que podía ejercer otras labores, así que ahora tiene un puesto como comercial", asegura el responsable de la firma, con sede en el Polígono de O Vao.

Lago confiesa que se sintió muy sorprendido con la actitud de las personas que llegaron hasta su empresa, cuatro con Daporta, dos en almacén y dos en tienda. "Es una buena oportunidad. Lo mejor de todo esto fue comprobar lo motivada que venía la gente al trabajo. Cruz Roja les prepara muy bien y la actitud que tienen es buenísima", considera el responsable.

El que un día fue delineante indica que se siente muy agradecido por esta oportunidad laboral. "Cuando nos reuníamos con el programa de Cruz Roja para mayores de 45 años, aquello era un mar de lágrimas. Todos teníamos miedo a no volver a trabajar nunca más. Es esta sociedad que te hace sentir que a partir de un edad todo se ha terminado", se lamenta.

"El colectivo de los mayores de 45 años es muy difícil, porque aunque tengan mucha experiencia, el mercado es el que es. Hay que tener mucha sensibilidad con ellos", subraya, por su parte, Daniel Fernández, prospector laboral de Cruz Roja Pontevedra.

Con este puesto de trabajo Francisco Daporta inicia una importante etapa en su vida. "Lo más difícil fueron las primeras semanas, entregando currículum y sin recibir respuesta alguna, hasta que te acostumbras a ello", afirma.

"Mi familia está muy contenta. Siempre me apoyaban. Uno se siente muy mal cuando levanta a sus hijos para ir a clase y se queda después en casa", reconoce.

Todo parece indicar que el suyo será un puesto estable. "Con nosotros tendrá mucho futuro", añade Emilio Lago.

El caso del delineante pontevedrés no es el único que ha favorecido la iniciativa de Cruz Roja. Tanto él como Lago participaron ayer en un acto en la sede de la organización en el que se proyectó un vídeo con los testimonios de otros trabajadores. Rubén Ogando y Christian León, que ahora trabajan en Cristalería Pontevedresa, son otros de los beneficiados por el programa de inserción laboral. También los son María Dolores Ríos, moza de almacén en Global Retail, y Jesús Mariño, cajero-reponedor en Eroski. "Me volví más positiva. Me volvieron las ganas de vivir", asegura la joven, que ahora ya tiene trabajo.