Antonio Quesada, gobernador del distrito del que forma el Rotary Club de Pontevedra, participó ayer en una jornada de encuentros en la ciudad, entre ellos uno con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y otro con empresarios locales y provinciales.
-¿Cuál es el motivo de esta visita?
-Todos los años el Rotary cambia sus cuadros directivos, empezando por el presidente, a nivel internacional, como los gobernadores de distrito y los presidentes de los clubes. Es una visita de presentación al Rotary de Pontevedra, a las instituciones públicas, al mundo empresarial, universitario, colegios profesionales...
-¿En qué consiste la labor de gobernador de distrito?
-El Rotary está compuesto por clubes, que están en todos los países del mundo. Actualmente, está implantado en 214 países con 35.000 clubes, uno de ellos es el de Pontevedra, y 530 distritos. Estos son zonas geográficas que engloban a diferentes clubes. El de Pontevedra está incluido en el 2201, que abarca Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Castilla la Mancha y Canarias. Hay más de un millón doscientos mil rotarios en el mundo.
-¿Cuál ha sido la evolución de esta cifra?
-Ahora vuelve a crecer. Hubo una época en la que se mantuvo estable.
-¿Estos encuentros tienen como fin la captación de socios?
-No, de tener ocasión de servir. La definición que más me gusta de Rotary es que es una organización de profesionales y empresarios, líderes en sus ocupaciones, que dedican parte de su tiempo a la sociedad de forma desinteresada. Nuestros interlocutores lógicos, además de toda la sociedad a la que servimos, son nuestros colegas. A través de estas relaciones somos capaces de desarrollar proyectos de servicio a nuestros vecinos, desde la erradicación de la polio, que la hacemos en todo el mundo, hasta la creación de becas para estudiantes, que llevamos a cabo con las universidades, o el desarrollo empresarial, que es nuestro propio ADN.
-¿Cómo fue el encuentro con el alcalde de Pontevedra?
-Muy interesante. Nos ha hablado de la Pontevedra del siglo XXI, de cómo ha evolucionado una ciudad que ahora es muy amable, por la que se pasea y que es abierta al mundo. Además, es una ciudad que tiene un tejido empresarial de muy alta cualificación. Nos hemos puesto a su disposición para que los rotarios de Pontevedra sean un puente hacia el mundo. Le hemos dicho, además, "usadnos". Somos una organización de servicio para que nos utilicen en todo lo que consideren oportuno.
-Sin embargo, los empresarios han recriminado en varias ocasiones al alcalde la falta de suelo empresarial...
-Rotary es una organización apolítica y aconfesional. Nosotros en esas cuestiones no entramos, pero sí que nos ponemos a disposición de quien sea para que nos utilicen para traer más empresarios a la ciudad para conseguir que siga evolucionando.
-¿Es consciente del halo que siempre ha rodeado al Rotary de elitismo? De que no es una organización accesible a todo el mundo...
-No me extraña esto, porque los rotarios somos los responsables. No hemos hecho durante mucho tiempo la labor de apertura a la sociedad, pero lo estamos haciendo ahora. Nos interesa mucho que nos conozca la sociedad porque nuestro interés es servir, que todos sepan que existimos para ser útiles y cotidianos, como un elemento más de la vida social. La culpa ha sido nuestra, no de la sociedad.
-¿Cuáles son las necesidades del Club de Pontevedra?
-Básicamente, las mismas de todos los clubes. La crisis nos ha golpeado a todos muy fuerte, se ha llevado por delante un tejido empresarial importante y ha dejado en la estacada a muchos buenos profesionales. Además, hay una cuestión muy dolorosa: la falta de trabajo, de salida, para los empresarios más jóvenes. Rotary está dispuesto a trabajar para ellos, esa globalidad la brindamos para que tengan posibilidad de conocer otros mercados, abrirse al mundo.
