Frente a la postura del gobierno local, que se opone a aceptar una regulación específica de los "lombos" porque supondrá modificar el 77% de los ya existentes, el PP sostiene que su propuesta, aprobada por toda la oposición, "no tendría efectos retroactivos" y solo sería efectivos para los pasos sobreelevados que se ejecuten desde su entrada en Vigo. "Bará no parece entenderlo; tendremos que explicárselo otra vez", dijo ayer el portavoz popular. En cambio el BNG sostiene que una ordenanza afecta a todos los elementos, estén o no ejecutados, por lo que insiste en que habría que modificar muchos de los actuales. "Eso se resuelve con una cláusula en la ordenanza que lo aclare", insiste el PP que, en todo caso, califica todas estas razones que esgrime el BNG como "excusas" para no regular los "lombos". De hecho, el simple retraso de nueve meses que ya acumula este proceso es razón suficiente para que el PP piense que el gobierno local acabará anulando el acuerdo. Así recuerda que en su día se formularon más de mil alegaciones por parte de colectivos y entidades en contra de la ordenanza del PP y la aplicación de las dimensiones de Fomento en el municipio.