La negativa del PP a aprobar el presupuesto parece haber pillado al BNG por sorpresa, que confiaba en, al menos, una abstención que otorgara al gobierno local la mayoría suficiente para sacar adelante el documento. Tras conocer la respuesta de los populares, expresada personalmente por Moreira a González Carballo, el edil de Facenda declinó hacer valoraciones y todo apunta a que deberá buscar otra estrategia.

Minutos antes de conocer esa negativa, el concejal se mostraba confiado porque "se recogen propuestas de todos los grupos (salvo el PSOE, que aún no las facilitó), sobre todo del PP, y de las federaciones de vecinos". Entre ellas citó la participación ciudadana, la implicación de la oposición en el reparto de los fondos DUSI, una partida para el "Gran Montecelo", cambios en el reglamento del saneamiento rural (para reducir la distancias exigida para conectarse a la red), la contratación de la cartografía y el catálogo de edificios a conservar, y, sobre todo, un descenso entre 300.000 y 400.000 euros en la tasa de basuras, que se aplicaría desde el 1 de abril si el PP daba su visto bueno al presupuesto, pero que ahora se aplazará "hasta cuando sea posible". Esta oferta se sustenta en el plan municipal de compostaje, con el que se cree que se reducirá la factura de Sogama y el servicio será más barato con el nuevo contrato pendiente de licitarse. Sin embargo, por el momento este modelo aún no se aplica más que en Monte Porreiro y un lugar de Campañó y su extensión a todo el municipio va con más lentitud.