El abogado Fernando Carlos Romay Graña, muy conocido en Pontevedra y especialmente entre los residentes del poblado de O Vao, apareció muerto a primera hora de la tarde de ayer en su domicilio de la calle Fernando Olmedo de Pontevedra.

Romay Graña tenía 65 años de edad y se había jubilado hace poco tiempo después de una dilatada carrera como abogado, además de formar parte de la Comisión Penitenciaria de Pontevedra, de la que había sido uno de sus fundadores, razón por la que llegó a ser homenajeado por el Colegio de Abogados.

Era muy conocido en la ciudad por hacerse cargo de la representación legal de diversos colectivos desfavorecidos, además de ser un habitual abogado defensor de personas de etnia gitana, especialmente del poblado de O Vao. Solía representar a estas personas en casi todos los pleitos por tráfico de drogas, pero también en el conflicto del mercadillo ambulante y, sobre todo, en la polémica derivada del realojo de algunos chabolistas en viviendas de Monte Porreiro (Pontevedra) y Caritel (Ponte Caldelas), a raíz del derribo de sus infraviviendas en O Vao.