Con un peso económico que representa a cerca del 20% del Producto Interior Bruto de la Unión Europea, la contratación pública puede ser una herramienta para promover actuaciones que contribuyan a la protección del medio ambiente, a la igualdad entre mujeres y hombres o al fomento de la innovación. Esta es la idea en la que se asienta la llamada contratación pública estratégica, que la UE promovió a través de diferentes directivas que, a su vez, están mudando la legislación de los diferentes estados. Con el propósito de acercar los cambios y novedades que están produciendo en este campo a técnicos de diferentes ayuntamientos de Galicia y del Norte de Portugal, el Eje Atlántico desarrolló ayer, con la colaboración de la Universidade de Vigo, un curso sobre esos nuevos retos y horizontes de los contratos públicos en la Facultade de Ciencias Sociais y de la Comunicación.

"La implantación de las directivas europeas implica una serie de desafíos en materia de contratación para los que no toda la gente tiene herramientas", aseguró el secretario xeral del Eixo Atlántico, Vázquez Mao, en un acto en el que la vicedecana, Rosa Ricoy, destacó el papel que esta puede jugar "como instrumento que oriente el mercado cara comportamientos socialmente responsables y hacia dinamización de la actividad económica",. Por su parte, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, puso de relieve la importancia de generar un debate sobre "una legislación hecha para las multinacionales", que perjudica, a su juicio, a las pequeñas y medianas empresas.

El efecto de las directivas comunitarias de 2014, que obligan a la modificación de la ley de contratos del sector público, constituyeron uno de los ejes centrales de un curso en el que la profesora Patricia Valcárcel abordó la apuesta UE por la innovación, que tiene en la contratación pública una de sus herramientas. "La estrategia Europa 2020 apuesta decididamente por un crecimiento económico inteligente, sostenible e integrado y en esto tiene mucho que decir la innovación", destacó la docente.