El párroco de Campolongo y juez eclesiástico en Santiago, Casimiro Fernández, abordó en los denominados Encuentros de Actualidad de la Iglesia en Cangas la nulidad matrimonial.
-¿Por qué esta conferencias sobre nulidad matrimonial?
-Queremos que la gente entienda la naturaleza de la nulidad, que la Iglesia no disuelve matrimonios, sino que investiga si estos matrimonios han sido válidos o si por alguna razón no lo han sido, si ha habido razones de falta libertad, incapacidad o inmadurez de las personas, que son los más abundantes. Mediante un proceso de investigación judicial se llega a la conclusión de que este matrimonio no existió, aunque hubo apariencia. La Iglesia ofrece esto como una salida pastoral a muchas personas que han fracasado en su matrimonio y, por las razones que sean, cambian su situación. Es un procedimiento que no trata de buscar culpables o inocentes, quien hizo bien o mal, no se juzga a las personas sino el hecho de si hubo o no matrimonio. Lo que ha hecho el Papa Francisco es acelerar los procesos, acortarlos en el tiempo y en los costes.
-Parece que la Iglesia potencia la nulidad.
-Sí. Se ha recortado mucho el tiempo de espera. Muchas personas, movidas por los medios de comunicación, piensan que este procedimiento sólo es para ricos o famosos. Y no es así. En realidad es para gente normal y corriente para que la Iglesia ayude a verificar la verdad de su matrimonio.
-¿Qué coste puede tener una nulidad matrimonial?
-Con personas de sueldo medio o bajo, se le abarata a la mitad, incluso se puede facilitar la gratuidad del proceso. Para una persona que está en el paro, que tiene un sueldo mínimo, con personas a su cargo o con hipoteca... en una situación complicada, como está la mayor parte de la gente hoy, el proceso es gratuito. Tratamos de hacer ver, que la Iglesia no realiza estos procesos, ni mucho menos, para ganar dinero, sino para facilitar que las personas rehagan su vida como católicos.
-¿Cómo se inicia el proceso?
-Es sencillo, mediante una entrevista con el vicario judicial o con el juez eclesiástico encargado en cada diócesis, en este caso, Santiago o Vigo. A partir de ahí el tribunal eclesiástico asesora. Lo que hay que hacer es presentarse y pedir que te orienten.
-¿Cuántos casos hay en marcha de nulidad matrimonial?
-Puedo hablar de la Diócesis de Santiago, en torno a unos 40-50, aunque no puedo dar la cifra con exactitud.
-Sí que es verdad que la nulidad matrimonial tiene una imagen muy asociada al famoseo, incluso a venta de exclusivas.
-Sí, sí. Lo que pasa es que la gente de la calle no publica sus vaivenes en los periódicos, quien lo hace son los famosos. Uno no puede hacerse a la idea de que esto es algo exclusivo para famosos. Es lo mismo que si un famoso bautiza a su hijo, pero eso no significa que sea exclusivo para los famosos. No se otorgan nulidades en función del dinero, nada más lejos de la realidad. El famoso o el pudiente es tratado igual que el anónimo. La igualdad es total y absoluta.
-¿Van en aumento?
-Desgraciadamente los fracasos matrimoniales van en aumento y proporcionalmente las personas que piden la nulidad.
-¿La violencia de género es una causa de nulidad?
-En principio sí, como indicativo de incapacidad para vivir una comunidad de vida y amor, que es lo que es el matrimonio, si una persona violenta a otra, tanto verbal como físicamente, demuestra que no es capaz de tener una relación sana. Esa incapacidad sí es motivo de nulidad.
-¿Se están dando casos motivados a la violencia de género?
-No le podría decir casos concretos.
-Usted venera a Juan Pablo II . En la parroquia de San Xulián, en Mugardos, encargó un altorrelieve con su imagen; y en la suya actual, en Campolongo, también tiene otra imagen que sale en procesión.
-Así es. Fue el Papa durante mi juventud y mis primeros años de sacerdote. Estudiando en Roma coincidí con él muchas veces, tuve ocasión de escucharle y admirarle. Forma parte de mi vida de un modo muy cercano y como yo, miles de personas que fuimos a verle a Santiago. La imagen que tenemos en Campolongo vino de Italia y también tenemos una reliquia. En la última fiesta a Juan Pablo II, que se celebra el 22 de octubre, con una procesión con palabras suyas grabadas en español, estrenamos un relicario con una reliquia auténtica del santo.
