En 1875 se celebra en Santiago, en el marco de la Exposición Regional, un certamen literario en donde el padre de Valle-Inclán, Ramón Valle Bermúdez, consigue el primer premio, la Violeta de Oro. "Tiene 53 años, una edad avanzada para la época", indica el investigador, escritor y editor José Antonio Durán, que ayer pronunció en el Museo la conferencia "Alfredo Vicenti, Pontevedra e Valle-Inclán", en la que por primera vez se analizó la relación entre los Valle-Inclán y el periodista, de cuyo fallecimiento se cumple un siglo.
"El concurso literario era una iniciativa de Alfredo Vicenti y en ese momento el padre de Valle-Inclán queda vinculado al grupo de este periodista, del que también formaban parte los Muruais, surge una amistad entre él y los jovencitos veinteañeros".
Al año siguiente, en plena Tercera Guerra Carlista, la relación del grupo con Ramón Valle Bermúdez se afianza. Galicia era retaguardia y Cánovas del Castillo, cerebro de la Restauración "ordena una política de paz que han de acometer gobernadores nacidos en la provincia", recordó el investigador, "y que la conozcan bien: por primera vez Pontevedra tiene un gobernador civil nacido aquí, Víctor Novoa, que consiente que el grupo de Vicenti saque por primera vez los carnavales a la calle".
Hasta entonces estas fiestas se celebraban en el seno de las sociedades recreativas y por primera vez cambian de escenario para volverse realmente populares. "Son los Carnavales de Urco y mueven verdades multitudes, hablamos de una política de fiesta total en plena guerra civil. De este modo nace la amistad entre el padre de Valle-Inclán y este grupo, que además son los creadores de la prensa diaria en Galicia".
El nacimiento de esta relación , así como la decisiva influencia que posteriormente ejercería Vicenti en Valle-Inclán, fueron dos de los ejes de la conferencia.
Alfredo Vicenti, que estudió Medicina y Filosofía en la Universidad de Santiago, se dedicó desde muy joven al periodismo. En 1880 el cardenal Payá y Rico lo excomulgó, lo que provocó su marcha a Madrid, donde sustituyó a Manuel Murguía en la dirección de La Ilustración Gallega y Asturiana; además de ser pieza importante en la progresión de El Globo y El Liberal.