La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará el próximo jueves a un vecino de Vilagarcía de Arousa al que se le acusa de los delitos contra la salud pública, por tráfico de drogas, y otro de atentado y un más de lesiones por agredir a los agentes que intentaban detenerlo. Ocurrió en septiembre de 2014 y fue incluso necesario que los agentes tuvieran que dispararle en dos ocasiones para frenar la agresión por parte de esta persona.

Todo ocurrió después de que se dispusiera un dispositivo de vigilancia sobre esta persona, S. M. N., del que la Policía Nacional tenía noticias de que pudiera estar dedicándose al tráfico de estupefacientes. Así, en un momento dado, cuando el sospechoso salía de su casa en Vilaxoán y se disponía a arrancar su vehículo, se le dio el alto por los agentes, pero este salió huyendo a correr portando una bolsa en la mano que luego arrojó a una finca colindante, siempre según la versión del fiscal en su escrito de acusación.

En su huida, y tras saltar un muro de más de metro y medio de altura, el hombre quedó tumbado en el suelo quejándose de un golpe, dándole alcance los agentes. Cuando uno de ellos se acercó a él para auxiliarlo y detenerlo, el acusado lo agarró de un pie tirándolo al suelo. El hombre continuó profiriendo insultos y amenazas a los policías, agarrando la cabeza de uno de ellos con sus dos piernas, y forcejeando, llegando a golpear a los agentes, según el Ministerio Público. Asegura el fiscal que en un momento dado, el acusado logró soltar una mano y coger el arma reglamentaria de uno de los agentes, extrayéndola de la funda y dirigiendo el cañón hacia el funcionario policial, por lo que otro de los policías efectuó un disparo en la pierna del acusado, pese a lo cual, el acusado siguió golpeando fuertemente con sus manos el pecho del agente y "empuñando el arma hacia él". Su compañero efectuó un segundo disparo "logrando que esta vez suelte el arma", dice el fiscal y finalmente lograron reducirlo.

120 gramos de heroína

La bolsa que tiró el acusado contenía unos 120 gramos de heroína y en su domicilio se encontraron otros efectos supuestamente relacionados con el tráfico de drogas y 3.217 euros en efectivo.

Por el delito contra la salud pública el Ministerio Fiscal reclama una pena de 4 años y diez meses mientras que solicita otros dos años y medio por el atentado y un año de prisión más por el de lesiones. En total, se solicita una pena de 8 años y cuatro meses de cárcel.

La droga intervenida habría alcanzado un valor en el mercado de casi 13.000 euros, según el escrito de acusación.