La Concellería de Benestar Social pone en marcha un programa municipal de apoyo a hijos de víctimas de violencia de género. Cuatro menores de tres familias pontevedresas, con edades que van de los 8 a los 15 años, "estrenan" este programa, recibiendo tratamiento psicológico y soporte emocional para que no asuman como "normal" la violencia sobre la mujer, en este caso sus madres.

Con este objetivo la Concellería de Benestar Social Municipal a través del Centro de Información á Muller (CIM) ha puesto en marcha este programa de intervención para menores, hijos y hijas de víctimas de violencia de género.

Las profesionales del CIM han constatado en su trabajo con víctimas de violencia doméstica que los menores son los otros grandes damnificados de la violencia de género y para ayudarles promueven este programa de apoyo especifico a los niños y niñas, que ya está en marcha.

Por el momento son cuatro los menores derivados desde el Centro de Información á Muller al programa de atención a los menores que han visto en sus casas violencia de género y que, como subraya la concejala de Benestar Social, Carmen Fouces, "no tiene límite de plazas".

Los que estrenan el programa son niños y niñas pertenecientes a tres familias distintas y que tienen edades que van desde los 8 a los 15 años.

Todos ellos presenciaron agresiones psicológicas y físicas sus madres.

El trabajo de atención psicológica y soporte emocional que se le está prestando se realiza de manera personalizada y alternando sesiones individuales y compartidas con la madre.

Hay que tener en cuenta -explica la concejala- que estos menores en vez de estar ocupados en juegos, estudios, hacer deporte o disfrutar de los amigos y de la familia, estaban siendo testigos de episodios de humillación y violencia de género y víctimas de un clima de tensión familiar que "derribó" su mundo afectivo, minó su autoestima, además de quebrar su capacidad de relación.

En este programa, en las sesiones individuales se trabaja con el menor a través del juego y con dinámicas establecidas para tal fin, con el objetivo de aportarle estrategias mentales que le ayuden a conseguir la estabilidad emocional, a confiar en las relaciones afectivas y sociales y a desterrar conductas violentas.

En las sesiones con las madres, se les ayuda a tener herramientas para continuar en casa el trabajo hecho en la consulta.

Los hijos víctimas de violencia de género tienen por delante un reto muy duro, ya que desarrollan emociones contenidas de ansiedad, rabia, dolor o depresión; sufren aislamiento y tristeza, tienen sentimientos de culpa, niegan la violencia vivida e incluso asumen el rol de protección de los hermanos y de la propia madre, explican los responsables de este programa. Situaciones, todas ellas, que son origen de una autoestima debilitada, de agresividad o habilidades sociales pobres, entre otras consecuencias negativas.

Por otra parte, la Concellería de Benestar Social Municipal también tiene en marcha un Servicio de Atención Domiciliaria de Urgencia que atiende a personas asistidas por la Policía local por consecuencia de avisos por caídas fortuitas en el hogar.

Esta atención domiciliaria, vinculada al Servizo de Axuda no Fogar realizará tareas de carácter doméstico y o personal en los domicilios, de manera puntual e inmediata.

Se trata de una necesidad de atención sociosanitaria detectada por Servizos Sociais a partir de los informes de la Policía Local que responde a las llamadas de auxilio de estas personas, casi siempre de noche y casi siempre de mayores o dependientes.