La posición de Marea en contra del dragado del río Lérez y proponiendo el desmantelamiento de las instalaciones del Club Naval de Pontevedra ha obtenido una rápida respuesta por parte de esta histórica entidad. Su presidente, Carlos Paz, junto con miembros de la directiva, estaban visiblemente molestos por este planteamiento y por algunas de las acusaciones de Marea que asegura que son falsas. "Infundios", comentó el dirigente de este club.

Paz, que se mostró muy respetuoso con el derecho de cada partido política de defender los postulados que consideren oportunos, sí anunció que la entidad se "va a defender" de este ataque y estará presente en el próximo pleno en el que se debatirá tanto esta moción de Marea como otra del BNG reclamando del dragado del río. Lo que más duele a la directiva del Club Naval es que desde Marea se les haya acusado de ser "la mayor agresión al río" cuando indica que el edificio está "pivotado" sobre el curso fluvial y el cauce fluye sin obstáculos hacia su desembocadura. Además, se construyó contando con todos los permisos ambientales. Tampoco toleran que se les vincule con varios vertidos de combustible a la altura del puente de A Barca cuando las administraciones revisan habitualmente sus instalaciones sin encontrar deficiencia alguna.

Por último, también rechaza la acusación de "falta de retorno" económico para la ciudad del Club Naval. Paz puso cifras sobre la mesa, además de 60.000 euros en impuestos y tasas, el náutico da trabajo a cuatro trabajadores fijos y uno temporal, además de otros servicios como limpieza, mantenimiento o asesoría. En los últimos años invirtió 650.000 euros en su mayor parte de recursos propios en diversas actuaciones, entre otras adecuar los pantalanes para renovarlos con plataformas de acero inoxidable, más adecuadas al entorno.

A todo esto hay que sumar la media de 76 embarcaciones atracadas en el pantalán además de 36 embarcaciones en tránsito (algunas de nacionalidad portuguesa, otra francesa, una de Alemania, dos del Reino Unido y el resto de puertos próximos que utilizan el Náutico como puerto base para pernoctar mientras realizan compras y visitan la hostelería de la ciudad.

Falta de plazas por el calado

Paz lamenta no poder sacar más partido a este potencial polo de atracción de turismo náutico a la ciudad que podría ser el Club Naval precisamente debido a los problemas de calado derivados de la necesidad del dragado del río Lérez que deja inoperativos con marea baja algún pantalán. El presidente del Club calcula que con el dragado podrían llegar a disponer de hasta 140 plazas de atraque, 30 más que su capacidad actual. Además, se podrían explorar propuestas como la que ya les planteó un algún empresario de O Grove para que atraquen en estas instalaciones buques de excursiones para visitar el casco histórico de la ciudad, ubicado a apenas unos minutos a pie.

Por último, preguntó "¿cuáles son las intenciones de Marea?" y si su iniciativa afecta solo al Club Naval o mantendrán la misma postura con otros edificios y dotaciones que también alteraron artificialmente el cauce fluvial del Lérez como el pazo da Cultura, los campos da Xunqueira o el recinto ferial, entre otros. Paz insistió en que "nosotros no entorpecemos a la ría" y asegura que la entidad "siempre ha defendido al río".