Normalmente son recibidos con los brazos abiertos cada vez que van a realizar una intervención, pero los bomberos de Pontevedra tuvieron que comprobar, atónitos, como la persona a la que iban a ayudar puesto que se había declarado un incendio en su cocina arremetía contra ellos y contra la Policía.

Ocurrió sobre las tres y media de la tarde a la altura del número 9 de la travesía de A Eiriña. Un particular que reside en este edificio observó a través del patio interior del inmueble como de la ventana de un quinto piso salía abundante humo. Además, la escalera del inmueble también estaba siendo invadida por el olor a quemado y el humo que salía de una vivienda. A pesar de que llamaba insistentemente al piso, su inquilino no contestaba y no daba señales de vida.

Inmediatamente, llamó al 112 y alertó de la situación, temiendo que el inquilino de la vivienda pudiera estar dentro del piso en peligro. De inmediato, se movilizó a los bomberos de Pontevedra, a la Policía Local, a la Nacional y al 061, en este último caso en previsión de que pudiera haber alguna persona herida.

Una vez en el lugar, los bomberos y la Policía volvieron a llamar insistentemente a la puerta, sin respuesta. El humo era cada vez más intenso. Cuando los bomberos de Pontevedra iban a echar la puerta abajo, de repente, el inquilino del piso abrió la puerta y se enfrentó a los bomberos, propinando incluso un empujón a uno de ellos, y a la Policía, negándoles el acceso al interior del domicilio a pesar de la intensa humareda que provenía del interior. Según fuentes policiales, este hombre de 30 años de edad, se mostraba muy agitado, violento y agresivo; evidenciando que pudiera encontrarse posiblemente bajo los efectos de algún tipo de bebida alcohólica o sustancia. Tuvo que ser reducido y su estado de excitación era tal que los servicios médicos decidieron trasladarlo a Montecelo.

En el interior, los bomberos se encontraban con que el origen del humo era una olla que esta persona se había olvidado al fuego. La casa estaba completamente invadida por el humo pero pese a ello, al parecer, este hombre no se había percatado del fuego, por lo que probablemente los bomberos y la Policía evitaron un desenlace más trágico.