Nuevo accidente y nuevo colapso en el puente de Rande. Una colisión por alcance entre tres camiones de grandes dimensiones volvió a bloquear la AP-9 y las entradas a la misma desde el centro de la ciudad durante más de tres horas. La magnitud del mismo obligó al cierre de los dos carriles en sentido Pontevedra durante cerca de veinte minutos. El izquierdo fue el que primero se reabrió al tráfico mientras que el derecho volvió a la normalidad pasadas las siete de la tarde. A pesar de estar restablecida la circulación, el embotellamiento no cesó y los atascos y retenciones continuaron hasta pasadas las 20.00 horas de la noche, con especial énfasis en los desvíos a Cangas, Moaña y Vilaboa.

Los usuarios del vial padecieron por partida doble las consecuencias del accidente: por un lado, la duración de las retenciones, que se extendieron a lo largo de más de tres horas y por otro el pago del peaje, ya que a pesar del colapso y atasco, Audasa no perdonó a los miles de conductores que transitaron por la autovía el pago de los 0.90 euros que cuesta el peaje, tal y como explicaba ayer uno de los usuarios del viaducto que reconoció que las barreras del telepeaje a su paso estaban bajadas. Con este ya son tres los grandes colapsos protagonizados en la AP-9 en los últimos diez días, atascos que evidencian la insuficiente capacidad de una de las principales arterias de entrada y salida de la ciudad para soportar el intenso tráfico diario, 57.300 vehículos de media al día; más de 2.000 a la hora.

El accidente tuvo lugar a las 15.55 horas de la tarde. Según informó la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra, se trató de una colisión por alcance entre tres camiones. Uno de los conductores resultó herido de carácter leve y fue trasladado por una ambulancia del 061 al hospital Álvaro Cunqueiro. Su estado no revestía peligro. Los más damnificados con el triple choque fueron los cientos de conductores atrapados en el puente y en los accesos al mismo en dirección Pontevedra. La envergadura de los trailers obligó a los agentes de la Policía Local al corte a las 16.50 horas de todas las entradas a Rande desde Vigo. Los accesos a la autopista por las calles Buenos Aires, Lepanto, Isaac Peral y la popularmente conocida como rotonda del cactus (situada en la bajada del túnel de Beiramar) permanecieron cerrados al tráfico hasta poco antes de las 18.00 horas. Casi dos horas en las que cientos de vehículos se vieron obligados a paralizar su marchar o buscar una ruta alternativa para llegar a la ciudad del Lérez o a la comarca del Morrazo.

El tráfico no mejoró en exceso una vez se abrió el carril de la derecha, que permanecía cerrado desde el mismo momento en el que se inició el accidente. Fueron pasadas las 20.00 horas cuando la circulación volvió a ser fluida.

Cierre del Corredor

Aunque la colisión entre los tres camiones fue el desencadenante, son otros los factores que aportan más empaque a las retenciones. El principal, el cierre del Corredor de O Morrazo. Desde el pasado 2 de noviembre y hasta el próximo 23 de enero, esta vía rápida permanecerá cortada al tráfico de forma continua por obras. Esta medida agrava la situación de inseguridad de miles de conductores que diariamente se desplazan a la comarca a través de Rande y que saben que en cualquier momento pueden quedan atrapados por los accidentes. En los últimos diez días fueron tres grandes retenciones los que bloquearon la AP-9 motivados tanto por accidentes como por el corte del Corredor durante al menos los próximos tres meses.

Esta situación exige medidas por parte de Audasa, alternativas orientadas a mejorar tanto los accesos a la autopista para evitar los evidentes y constantes colapsos como también para atajar la contaminación acústica, que se multiplica en casos de retenciones y atascos como los de los últimos diez días. El de mayor gravedad se produjo el 3 de noviembre, cuando miles de conductores se quedaron atrapados en el viaducto tras dos colisiones en el puente casi consecutivas y separadas por escasos metros. También se produjeron retenciones de hasta tres horas y el corte de los accesos desde Vigo al viaducto. La última, este pasado 10 de noviembre, donde otra colisión múltiple provocó retenciones de casi una hora. En esta ocasión no fue necesario el cierre de las entradas desde Vigo a la autopista.