El subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, inició esta mañana su ronda de contactos institucionales con motivo de su despedida al alcanzar la edad de jubilación el próximo 25 de noviembre. Tras acudir a la Audiencia Provincial, a despedirse de su presidente, Francisco Javier Menéndez; y a la subdelegación de Defensa, en donde departió con el coronel Ángel de Miguel Campos; acudió al Concello de Pontevedra en donde fue recibido por el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores.

Tanto el subdelegado como el alcalde destacaron que las relaciones entre ambas instituciones siempre se mantuvieron por la senda de la "normalidad" y el regidor señala que llevará a esta ciudad se ha ganado ya "una parte de mi corazón".

Preguntado acerca de si deja el cargo con alguna espina clavada o tarea pendiente, se refirió al caso Sonia Iglesias, la pontevedresa desaparecida en 2010, un asunto en el que, "aunque ya venía de atrás", el subdelegado insistió que "se intentó con todos los medios" buscar alguna pista que pudiera dar con su paradero pero lamentó que a día de hoy "el caso no está resuelto". Expresó su deseo, "sobre todo por la familia", de que el asunto pueda llegar de una vez por todas a su desenlace "y llevarles la tranquilidad".

En el lado opuesto de la balanza puso como una "gran satisfacción" la investigación desarrollada por Guardia Civil, Policía Nacional y Fiscalía que permitió desarticular el conocido como clan de Los Morones. "Esa extorsión estaba causando muchos estragos en la vida social" de la provincia, aseguró.

De su posible sucesor o sucesora reconoció "no tener ni idea" de quien puede ser. En cualquier caso, recordó que deberá ser funcionario público del grupo A1. Coello continuó con su ronda de despedidas con la presidenta de la Diputación, Carmela Silva.