Decenas de vehículos participaron ayer en una manifestación motorizada en Ponte Caldelas, para reclamar una vez más a la Xunta de Galicia el arreglo integral de la carretera PO-234. Los participantes hicieron sonar las bocinas de los vehículos y en sus ventanillas exhibieron carteles con lemas como "O que necesitamos é un vial ben arranxado", "A seguridade dos vecinos non se arranxa cuns parchiños", "Isto non é un capricho, é unha necesidade", o "Cubela, o teu sillón non é a solución", en alusión al presidente de la gestora del nuevo concello Cerdedo-Cotobade, por donde también pasa el vial y que la Xunta quiere reparar primero con el argumento de que ese concello ya dispone de los terrenos.

Esta fue la segunda movilización para reclamar la reforma integral de la carretera PO-234, organizada conjuntamente por la plataforma vecinal y el Concello. La marcha comenzó a las 12,30 horas en la Casa do Pobo de Laxoso para hacer un recorrido por este sinuoso vial hasta el casco urbano de Ponte Caldelas. Un furgón municipal encabezaba la marcha, a la que se sumaron numerosos vecinos particulares en todo tipo de vehículos que mostraban carteles reivindicativos. Tras llegar al centro de la villa, la comitiva regresó al punto de partida por el mismo camino, donde se leyó un manifiesto reivindicativo.

La anterior manifestación popular se celebró el pasado 1 de octubre, contra la denominada "Cacicada da PO-234" con la que el Concello denuncia que la Xunta anunció la mejora de la carretera en el tramo de Cerdedo-Cotobade, dejando fuera el de Ponte Caldelas.

El alcalde, Andrés Díaz, asistió a la marcha con otros miembros del tripartito local y lamentó que la conselleira Ethel Vázquez repita al frente de Infraestruturas "por su negativa a recibirnos" y reclama a la Xunta que "rectifique" ya que, según afirma, el 90% de los propietarios están dispuestos a ceder los terrenos si se garantiza la ejecución de la obra.