La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará desde el martes 15 al acusado de violar a una mujer en las galerías Sol de Marín, el 31 de mayo de 2014. El fiscal pide una pena de 7 años de prisión para el acusado, B.M., así como la prohibición de acercarse a la víctima durante 14 años. El ministerio fiscal demanda además otra pena de multa por las lesiones ocasionadas a la joven, así como una condena de libertad vigilada durante seis años, una vez que salga de prisión.

Se le reclama también una indemnización de 5.000 euros para la víctima, por los daños morales causados, además de otra cantidad, a determinar durante el juicio, por las lesiones.

El fiscal expone en su escrito de acusación que B.M., mayor de edad y sin antecedentes penales, se encontraba a las 7.00 de la mañana de aquel 31 de mayo con la víctima, en las galerías Sol, y pese a que ella se negó a mantener relaciones sexuales con el acusado, éste la arrastró por las escaleras de las galerías y la empujó contra las verjas de la misma, para forzarla sexualmente.

Aunque la víctima intentó escapar -relata el fiscal-, no lo consiguió debido a la fuerza que opuso B.M., quien la tiró al suelo y "tras arrancarle las bragas se puso sobre ella y luego la agarró por las piernas y la penetró por vía vaginal hasta eyacular", expone el escrito de acusación.

Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió erosiones y contusiones en el rostro, así como en la espalda, muslos, rodillas y codos. También sufrió contusiones en la mano izquierda, en la parte interior de los muslos y la zona del pubis.

Los hechos descritos son constitutivos de un delito de violación, acompañado de una falta de lesiones, como expone el ministerio público. Para el fiscal no concurre ninguna circunstancia que pueda modificar la responsabilidad ni rebajar la pena que se solicita para el acusado.

El hombre fue detenido inmediatamente después de los hechos y en su día el titular del juzgado de Instrucción 1 de Marín decretó prisión provisional sin fianza.

El acusado tenía en el momento de su detención 37 años y era vecino del barrio marinense de San Pedro, aunque originario de Senegal. Residía en Marín desde hacía 15 años.

Por su parte, la víctima tenía cuando se produjeron los hechos 24 años de edad y era vecina de Placeres.

El fiscal pidió entonces el ingreso en prisión del acusado, tanto por la gravedad de los hechos de los que se le acusa como por el riesgo de fuga que apreciaba en el detenido, cuyo permiso de residencia en España tendría que ser revisado en el año 2018. El fiscal argumentó que ante la probabilidad de una pena muy alta -en el caso de ser condenado-, el denunciado podría fugarse del país antes de la celebración del juicio. Apuntó además que el acusado no tiene un trabajo estable, si bien ha creado una familia en la villa, con tres hijos de la pareja.

Al juicio del próximo martes han sido citados testigos de los hechos, entre ellos comerciantes de la zona que a primera hora de la mañana se disponían a abrir sus negocios cuando auxiliaron a la víctima.