Una cuadrilla de cazadores de Marín abatió el pasado fin de semana un jabalí de 164 kilos de peso, al que seguían por ser el causante de varios destrozos en las fincas de cultivo de la zona. Los vecinos del rural marinense están sufriendo -al igual que toda la comarca- los daños que causan en sus tierras los jabalíes que bajan de los montes para buscar comida en los núcleos habitados. Con la colaboración de los cazadores, los vecinos tratan de combatir la acción de estos animales, que además de destrozar los cultivos suponen un riesgo para las personas, especialmente cuando van acompañados de sus crías.

Los vecinos explican que el jabalí se ha instalado en las aldeas y en las tierras cultivadas, debido a los incendios y al abandono del monte, donde ya no encuentra alimento ni acomodo para criar sus camadas. Por eso se organizan batidas controladas, con el objetivo de reducir las poblaciones de esta especie.

Un problema añadido es el cruce de cerdo vietnamita con jabalí, que también se ha extendido por las tierras de cultivo y cuya caza no está permitida porque no está considerado como una presa sino como un animal doméstico, según explica la Federación Galega de Caza.