Un paraíso arbóreo por excelencia, el Centro de Investigación Forestal de Lourizán, acogió a lo largo de esta semana un congreso nacional sobre árboles singulares con el fin de promover la concienciación ciudadana para proteger este patrimonio forestal. La Xunta considera clave que los vecinos asuman la importancia de estos ejemplares de cara a su conservación y puesta en valor.

Entre los asistentes a estas jornadas estuvieron presentes el director xeral de Ordenación e Produción Forestal, Tomás Fernández-Couto, y la directora xeral de Conservación da Natureza, Ana María Díaz.

Ambos constataron la importancia que tienen los árboles singulares para Galicia, así como "la riqueza que encierran las tierras gallegas en este ámbito", según explicaron fuentes de la Xunta.

En este sentido, los responsables autonómicos apostaron por la divulgación de este tipo de formaciones como vía para promover su conservación y el respeto ciudadano, dado su valor científico, cultural, didáctico, paisajístico y ornamental.

Ampliar el catálogo

Entre las conclusiones de esta jornada, según indica la Xunta, apuntaron la necesidad de "ampliar el catálogo" a otros ejemplares y medidas para su "correcto mantenimiento".

Los expertos resaltaron también que es necesario "crear un banco de germoplasma y desarrollar protocolos de trabajo de clonación", ya que estos árboles poseen "un valor genético incalculable" y, en muchos casos, "son los únicos representantes de antiquísimas formaciones vegetales que existieron hace cientos de años".

Este Congreso permitió poner en valor el patrimonio que representan estas plantaciones y que, por sus características están consideradas como verdaderas reliquias botánicas. En Galicia están catalogadas desde el año 2011 un total de 145 ejemplares y 32 formaciones arbóreas. De todas ellas, un total de siete están en la comarca, y precisamente algunos de ellos en los jardines del Centro de Investigación de Lourizán que acogió este simposio. Por concellos, Pontevedra cuenta con la mayoría de estos ejemplares, con cuatro árboles y una formación "senlleira", por dos árboles protegidos más en Caldas y una formación (su famosa "carballeira") y por último el conocido carballo de O Pelete en A Lama, también conocido como "carballo do viño" porque es regado con este licor durante las fiestas patronales de esta localidad.