Un juzgado de lo Penal de la capital acogerá el próximo martes un juicio que sentará en el banquillo a tres empresarios lusos acusados de un fraude fiscal y a un cuarto que constituyó con uno de ellos una supuesta sociedad fantasma dado que no tenía actividad real alguna. El objetivo de esta y otras empresas que estaban radicadas en la provincia de Pontevedra (concretamente tenían su sede social en Tui) era, según el fiscal, generar facturas por servicios ficticios a la empresa principal del grupo para así crear gastos que nunca existieron que poder deducir en sus declaraciones y reducir sensiblemente los importes a pagar a Hacienda.

Concretamente, los acusados son los empresarios José P. D. S., Pedro Miguel D. C. R. y Nuno Miguel D. S. V., quienes en diciembre de 2003 constituyeron en escritura pública la empresa principal y que sí tenía actividad bajo la denominación de Editugas Construçoes.

Empresas instrumentales

A continuación, en febrero de 2004, uno de los acusados junto a José Carlos M. G. P., la cuarta persona que se sentará en el banquillo, constituyeron la sociedad Construlimiana Construcciones S. L. y los tres principales acusados crearon asimismo otra firma Socofra Construcciones.

Según la Fiscalía, estas dos últimas empresas "carecieron en todo momento de ningún tipo de actividad real, habiendo sido creadas como sociedades instrumentales al servicio de Editugas". El domicilio social de todas ellas era en la misma dirección de Tui.

Así, Construlimiana, por ejemplo, carecía de empleados, inmuebles y medios de producción propios de ninguna clase y la Fiscalía de Delitos Económicos de Pontevedra concluye que fue creada única y exclusivamente "con la finalidad de que Editugas minorase la base imponible del Impuesto de Sociedades y deduciese cotas del IVA soportado superiores a las reales". Así, Construlimiana emitió contra Editugas múltiples facturas "por servicios que nunca prestó". Además, para "dar apariencia de realidad a esta actividad inexistente en su contabilidad ficticia" asegura el fiscal que contabilizó facturas que realmente no respondían a ninguna clase de adquisición de productos o servicios prestados por supuestos proveedores que nunca se produjeron.

Asimismo, señala el Ministerio Público un situación similar para la otra empresa Socofra, que nunca tuvo actividad.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, gracias a estas facturas ficticias Editugas incluyó como gastos deducibles en sus declaraciones una cantidad que supera los 1,1 millones de euros. Realizada una nueva declaración, y teniendo en cuenta gastos que sí realmente se pueden cargar a Editugas, se considera que la cantidad defraudada por el IVA sería de 182.000 euros. A esto hay que sumar las cantidades que se habrían defraudado en el impuesto de sociedades por estas facturas "inveraces" según el fiscal y que señala que en este apartado ascienden a 1,4 millones, por lo que la cantidad defraudada en este apartado es de 414.000 euros.

597.000 euros defraudados

En total, el fiscal calcula un fraude a Hacienda de 597.000 euros, cantidad que pide a los acusados que sea devuelta a las arcas públicas. Además, se enfrentan a una pena de 4 años y 9 meses de prisión cada uno por dos delitos de contra la Hacienda Pública y uno más de falsedad documental continuada en el caso de los tres principales acusados, José P. D. S., Pedro Miguel D. C. R. y Nuno Miguel D. S. V.; mientras que la petición de condena es de un año y 9 meses de prisión para José Carlos M. que tan solo figuró como uno de los titulares de una de las empresas creadas como sociedades instrumentales de la principal.