Sin duda, en el ámbito de los delitos contra la seguridad vial hay uno que se constituye como "estrella". La memoria anual de la Fiscalía Provincial de Pontevedra lo evidencia, al arrojar que durante el pasado 2015 los juzgados de Vigo y del resto de la provincia emitieron más de 1.400 sentencias por conducción bajo la influencia del alcohol o las drogas, lo que supone el 60% del total de resoluciones por ilícitos en la carretera, que sumaron 2.327. Tras esta conducta, la segunda que protagoniza más fallos judiciales, es la de ir al volante sin carné: los más de 800 casos contabilizados representan otro 35%. El resto de delitos acaparan un escaso 5% restante: se trata de las negativas a someterse a las pruebas de alcohol o de estupefacientes, las conducciones temerarias y, ya de forma muy anecdótica, los casos de conductores a elevada velocidad.
Aunque los delitos en materia de seguridad vial son unos de los que más engrosan las estadísticas judiciales, lo cierto es que en 2015 hubo un ligero descenso -de casi un 7%- con respecto a los contabilizados en el ejercicio anterior. En todo caso, las más de 2.300 sentencias que generaron las imprudencias en la carretera en la provincia pontevedresa -una media de seis diarias- representan el 40% de las dictadas en toda Galicia. La provincia de A Coruña se sitúa en segundo lugar -con 2.146 resoluciones- y le siguen la de Ourense -829- y la de Lugo -510-.
Además de los datos, la memoria relativa a seguridad vial, elaborada por el fiscal delegado en la materia Carlos Gil, hace un repaso sobre algunos de los temas que más preocupan. Una de estas cuestiones es que se ha reforzado la vigilancia de los centros que realizan exámenes psicotécnicos a conductores, centrándose también la atención en la problemática de la manipulación de tacógrafos, práctica que ya dio lugar a las dos primeras sentencias condenatorias en Galicia procedentes de juzgados de Pontevedra y Vigo.
Atropellos peatones
Otra cuestión que preocupa, y mucho, a la Fiscalía es el hecho de que la mayoría de peatones atropellados sean personas de avanzada edad. "Ello supone una llamada de atención respecto a los riesgos inherentes que afectan especialmente a las personas mayores y sobre las que se deberían adoptar medidas específicas de protección ante el tráfico", se hace constar en la memoria anual. Sobre ello, las fuentes consultadas inciden en que además de la puesta en marcha de otras medidas es preciso que los propios peatones y sus familiares tengan especial cuidado cuando éstos caminan por la carretera. En el colectivo de mayores se han detectado casos en que el arrollamiento es consecuencia de que cruzan la vía con el semáforo en rojo "por despiste", irrumpen en la carretera "sin fijarse" o en zonas rurales transitan de noche "sin chaleco" y otras cautelas precisas para prevenir los siniestros.
