El gobierno de Ponte Caldelas ha ordenado a la Sociedad de Gestión de Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb) a finalizar la obra del Balneario comunicando que le impondrá multas si no comienza los trabajos en un plazo de seis meses.

El Balneario es una obra emblemática para este municipio que está paralizada desde 2008 a raíz de la crisis de la empresa promotora "El Bosque Ponte Caldelas S.L.", que, tras su quiebra, dejó las actuaciones en manos de la Sareb.

El alcalde, Andrés Díaz, acaba de comunicar a la sociedad bancaria que gestiona las casi 200.000 propiedades resultantes del estallido de la burbuja inmobiliaria, una orde de ejecución, por la que le concede unos plazos de seis meses para retomar las obras y de tres años para finalizarlas. De no ser así, el Concello comenzará a imponer multas coercitivas trimestrales por valor máximo de 10.000 euros cada una hasta un máximo de un 75% del coste de las obras, excluyendo el valor del solar.

La resolución, que incluye el informe de la arquitecta municipal que acredita la paralización, ya avanza que el valor del proyecto de ejecución material presentado en 2008 es de 1.328.557 euros y que las obras ejecutadas hasta ahora solo alcanzan 192.451 euros, por lo que el importe final de las multas puede ser sustancial.

El goberno tripartito de Ponte Caldelas, integrado por PSdeG-PSOE, AVP y BNG, vuelve de esta manera a ejercer sus competencias para atajar el abandono de edificaciones singulares en el municipio. Tal y como hizo este verano con el tanatorio de Ponte Caldelas, que lleva años cerrado por discrepancias entre sus propietarios para afrontar las reparaciones necesarias en el edificio, vuelve a abrir la puerta a las multas coercitivas reiteradas cada tres meses a los infractores.

El actual equipo de gobierno ya obligó al Sareb a realizar obras urgentes de conservación ante el riesgo de hundimiento de las aceras públicas, pero ahora acomete directamente la situación derivada de la paralización de la construción del Balneario con la intención de impulsar su finalización.

Andrés Díaz destaca que "se acabó la impunidad urbanística en Ponte Caldelas con los grandes infractores" y señala que "resulta significativo que tuviera que producirse el cambio en la Alcaldía para que este Concello comenzara a ejercer sus competencias legales".

En este sentido, subraya el regidor que "el PP solo nos decía que estos eran problemas de empresas privadas y que el Concello no podía hacer nada, ahora están muy callados porque comprobaron que a nosotros no nos tiembla el pulso por muy importantes que sean las empresas incumplidoras y por muchos amigos que tengan", afirma.

El alcalde vuelve a recalcar que la Sareb "estaba muy cómodo con la pasividad municipal, pero ahora va a tener que decidir entre pagar multas o finalizar las obras. Y si no le gusta ninguna de estas dos alternativas también puede vender, dando por hecho que el que compre tendrá que ponerse manos a la obra o, en caso contrario, le tocará pagar las multas".

Andrés Díaz añade que el grupo de gobierno lleva trabajando en este asunto desde la misma toma de posesión y realizó muchos trámites, "a veces muy laboriosos, para poder llegar hasta aquí". De hecho, subraya, el tripartito se encontró con "una situación desastrosa y una auténtica dejadez en la gestión municipal, que iba en perjuicio de los vecinos y de los intereses generales de Ponte Caldelas".

Manifiesta Díaz que el Concello se vió obligado a registrar correctamente la propiedad donde se sitúa el manantial de las aguas minero-medicinales. A continuación fue preciso recuperar los derechos sobre estas aguas, que aún pertenecían a la empresa "El Bosque".

Un complejo camino, que llevó muchos meses de trabajo, "y que era necesario emprender en previsión de que otra empresa, en un futuro próximo, pueda terminar los trabajos del Balneario, pues de nada serviría si la futura instalación no pudiera disponer de las aguas medicinales", concluye el alcalde.