Vecinos de Salcedo acompañados del concejal de Patrimonio histórico, Luis Bará visitaron ayer el Castro da Croas para conocer los trabajos de consolidación de las estructuras arqueológicas del yacimiento que se realizaron en las últimas semanas. El proyecto se completará con la incorporación de señalización y paneles indicativos e informativos para potenciar este lugar. Según recoge la memoria de la intervención "el Castro das Croas es el único asentamiento castreño de la transición Bronce-Hierro en las cercanías de Pontevedra. Sólo se excavó una parte que dejó a la vista una potente muralla -de unos doce metros de longitud y medio y medio de alto-, poco común en castros de esta época, y una cabaña circular", cuya estructura tiene unos cuarenta centímetros de ancho y siete metros de circunferencia,

La memoria de esta intervención destaca que el criterio adoptado es lo de mínima intervención. Al respeto de la muralla, se limpió. Al finalizar, se sembró césped. También explica la memoria que en la consolidación de la cabaña, que está sin rematar de excavar, se añadieron una o dos hileras de piedras. El resto de la estructura a la vista se tapó con una capa geotextil y se cubrió con graba para evitar que se destape y ralentizar el crecimiento de vegetación.

La documentación del proyecto de consolidación hace una breve resumen de la historia de la excavación de As Croas. Recuerda que los primeros sondeos arqueológicos de urgencia se realizaron en junio de 1992, bajo la dirección de Víctor Barbi Alonso y sirvieron para confirmar la presencia y características crono-culturales del yacimiento. En 1993, Antonio de la Pena acometió la primera excavación del yacimiento, con el aval del Museo de Pontevedra y la colaboración de la Comunidad de Montes de Salcedo. En esta intervención se descubrió la muralla cuya característica más relevante es que aún se estaba construyendo en el momento del abandono del poblado. También se halló un importante muro de más de dos metros de espesor.

En 2014 se realizó una excavación arqueológica en área para delimitar las estructuras exhumadas en la intervención anterior, bajo la dirección de Eduardo Méndez Quintas. En la zona de la muralla se retiraron las testigos para dejar los lienzos a la vista y documentar el muro, y en la zona de la cabaña se pretendía completar la excavación de la planta, incluso el interior y el exterior del muro circular, zonas en las que aparecieron abundantes restos que confirmaron que estuvo habitado.