Una parcela de 5.800 metros cuadrados del cementario de San Mauro, destinada desde hace años a su posible ampliación, será habilitada por el Concello como espacio para esparcir las cenizas de los difuntos que opten por la incineración, una modalidad cada vez más extendida en el municipio. San Mauro aún dispone de espacio para la construcción de más de 200 nichos, pero la demanda es muy baja, frente a las numerosas peticiones para depositar las cenizas, de ahí que se apueste ahora por habilitar esta parcela, que será ajardinada y en la que se levantará un muro donde colocar lápidas o placas en recuerdo de los fallecidos. Las obras se ejecutarán en 2017 y antes de un año el cementerio ya contará con este servicio. El anuncio coincide con las recientes instrucciones de la Iglesia Católica acerca del destino de las cenizas.