La asociación de amigos de la bicicleta Pedaladas busca voluntarios. En esta ocasión no se trata de reivindicar el uso de los vehículos de dos ruedas sin motor, ni una vía verde, ni un carril bici. El objetivo es universalizar el ciclismo y hacer que llegue a todos los colectivos, sin distinciones. Es lo que se llama ciclismo adaptado.

Manuel Torres, presidente de Pedaladas, sonríe mientras conduce una bicicleta por el paseo sobre el río Gafos a su paso por Campolongo. Esta vez no lleva el maillot de ciclista, porque el recorrido también va a ser mucho más corto y cómodo de lo habitual. A cambio lleva una acompañante muy especial: Sofía, una niña de cuatro años con ceguera y sordera. La pequeña participa de la original iniciativa puesta en marcha por el colectivo pontevedrés, una idea que ya comenzó en Vigo hace dos años bajo el nombre de Discamino con el fin de ayudar a completar el Camino de Santiago en bicicleta a personas con algún tipo de capacidad diferente.

"Se nos ocurrió ponerlo en marcha aquí gracias a la madre de un niño, que realizó todas las gestiones con Discamino y Amencer-Aspace. Ahora mismo tenemos varios vehículos, pero necesitaríamos más para poder acercar estos paseos a más personas", explica Manuel Torres. Actualmente, Pedaladas cuenta con una "duet bicicleta", una combinación perfecta entre una bici y una silla de ruedas; una "hand bike", un vehículo para pedalear con las manos, y dos triciclos.

"Nuestro primer objetivo es proporcionar ocio a estos niños, un tipo de ocio diferente al que están habituados, que es más educativo. Con esto disfrutan mucho y alguno ya ha pedaleado", asegura el presidente de Pedaladas.

"Con Sofi, por ejemplo, es una pasada. Cuando la bici empieza a andar, se ríe, canta... ella siente el movimiento, el viento en la cara y se pone contenta. En Pedaladas hacemos muchas cosas, pero que tengan un retorno como esta... ninguna", confiesa el pontevedrés.

A la buena intención del colectivo hay que sumar los medios. Uno de ellos es el material, pero otro igual de importante es el humano. "Sin voluntarios no se puede prolongar. Ahora mismo somos cuatro o cinco voluntarios, pero nos gustaría que hubiese más personas dispuestas a participar en esto", dice Manuel Torres.

Todos los lunes

El grupo se cita cada lunes de 16.30 a 18.30 en el paseo de Campolongo, "aunque no somos nada estrictos con la hora". En caso de lluvia, la actividad se trasladará al pabellón del Colegio Campolongo, que ha accedido a colaborar de esta manera con los paseos.

Manuel Torres reconoce que lo más difícil va a ser conseguir más material. Una bicicleta "copilot", que estuvieron utilizando hasta hace muy poco con una cesión temporal de Discamino, cuesta unos 5.000 euros. Se trata de un tándem de 3 o 4 ruedas que permite que la persona con discapacidad participe en el pedaleo.

Si todo sale bien, Pedaladas se plantea realizar parte del Camino de Santiago con un grupo de personas, "hacer alguna ruta corta, salir del entorno de la ciudad".

Los interesados en ser voluntarios pueden contactar con el colectivo ciclista a través de Facebook o en el teléfono 626862238