La semana del 23 al 29 de octubre de 2006 se produjeron unas desvastadoras inundaciones en la comarca de Pontevedra (aquel fue un otoño especialmente duro dado que las riadas se repitieron de nuevo en noviembre) que llegaron a causar un muerto en Cangas. El río también se llevó por delante a una mujer de 74 años en Xeve que acabó en la UCI del Hospital Xeral en Vigo.

Decenas de carreteras acabaron cortadas, algunas de ellas de la red principal, como el socavón que inutilizó la Nacional entre Pontevedra y Ourense en Viascón. Aquel año también había sido el de la intensa oleada de incendios en verano (este año también ardió el monte de forma considerable, pero ni de lejos como en aquella campaña) lo que provocó un daño colateral como fue la contaminación de numerosos bancos marisqueros de la ría al arrastrar las riadas las cenizas y otros muchos desperdicios hasta el mar.

Curiosamente, es probable que el destrozo de los incendios magnificase las consecuencias de aquellas inundaciones puesto que, según el plan que acaba de aprobar la Xunta, en 2006 llovió mucho, pero no fue un año de récord. Por ejemplo, el documento recoge aquellos picos de precipitación máxima en periodos de 48 y 72 horas en Pontevedra capital. En 2006 fueron de hasta 138 litros por metro cuadrado en 72 horas. No obstante, en 2001 se llegaron a alcanzar los 164 litros y, no hace tanto, en 2011 de 165.