La cabaña de O Santo, como se conoce a los caballos que conforman las manadas de la asociación Rapa das Bestas de Sabucedo, ha perdido en las últimas horas y en violentas condiciones a dos de sus integrantes. Un caballo y una yegua propiedad de este colectivo aparecieron muertos en el lugar de Cimadevila, en el municipio de Campo Lameiro. Ambos presentaban heridas de arma blanca que denotan que alguien quiso acabar con su vida asestándoles un golpe con un objeto punzante.

No es la primera vez que Rapa das Bestas de Sabucedo se enfrenta a un ataque a su cabaña pero esta nueva ocasión se vive con la misma rabia e indignación que las precedentes. La asociación no descarta que otros animales de esta manada hayan corrido la misma suerte. Y es que el primero de los dos ejemplares que apareció muerto es un "garañón", un macho dominante de una manada en la que se integraban una decena de equinos. Concretamente, se trata del mítico Zeppelín, uno de los bravos y vigorosos caballos de Sabucedo que habitaba el monte Cávado y cuyo arrojo arrancaba el aplauso del público durante la mítica Rapa das Bestas.

El caballo fue localizado junto a un río, hasta donde la asociación presume que fue arrastrado tras recibir una punzada mortal. Y es que sobre la carretera apareció una gran cantidad de sangre y huellas de rodadas, lo que hace presuponer al colectivo que el animal fuese pinchado cerca del corazón y se muriese antes de lo que preveían sus atacantes, obligándolos a alejar su cuerpo de la carretera y de las casas con ayuda de un tractor.

Tras recibir el aviso de este triste hallazgo, integrantes de la asociación, que vela durante todo el año por perpetuar esta ancestral tradición -reconocida en el caso de Sabucedo como Fiesta de Interés Turístico Internacional-, se personaron ayer en Cimadevila. Explicaron que Zeppelín presentaba una única punzada, bastante grande. Suponen que pudo ser causada con una especie de lanza o un cuchillo atado a un palo.