El proceso de legalización del emisario sale a la luz apenas unos días después de la tercera reunión mantenida entre la Xunta, los concellos de Pontevedra, Poio y Marín y las cofradías para analizar el estado del plan de saneamiento de la ría, una cita que dejó luces y sombras al respecto. Según los datos de la Xunta dos de las ocho primeras fases del proyecto de saneamiento están ya completadas. Son aquellas que se refieren a los estudios de batimetría y corrientes de la ría de Pontevedra que tienen como objetivo fijar el trazado y la ubicación final del efluente del nuevo emisario submarino que se construirá para diluir mejor el efluente procedente de la depuradora de Lourizán y cuyo anteproyecto podría estar disponible dentro de seis meses, en marzo próximo.
También están en marcha los estudios para analizar la situación de las distintas redes de saneamiento en los concellos afectados, de tal forma que ya se han registrado 4.300 pozos y se analizaron más de 130 kilómetros de red de alcantarillado. En total, se prevé que se registren 15.000 pozos y mil kilómetros de red. Estos trabajos técnicos complejos se prolongarán todavía hasta mayo de 2017. Se trata de estudiar condiciones como la profundidad de mar y de los ríos, corrientes y otros indicadores que aportan información imprescindible para construir dos infraestructuras centrales para el plan de saneamiento de la ría, el emisario y la nueva depuradora de Placeres.
En cambio, el punto en el que apenas se producen avances es en cuanto a la ejecución de la depuradora en Poio. Los sectores productivos de la ría piden la mayor celeridad posible para que "cuanto antes se ejecuten todos estos proyectos de tal forma que los análisis comiencen a mejorar y podamos dejar de sufrir la calificación de zona C" en muchos de los bancos marisqueros del fondo del estuario del Lérez.
