A finales de 2015 el gobierno local en solitario del BNG se aprovechaba de la baja por enfermedad del concejal del PP César Abal para aprobar, con el voto de calidad del alcalde, el presupuesto municipal de este año, una maniobra que desde entonces no le perdonó el PP ni el resto de la oposición. En vísperas de que comience el debate presupuestario para 2017, populares, socialistas, Marea y Ciudadanos preparan ya alianzas y estrategias para hacer pagar caro aquel acuerdo a los nacionalistas. Ya en el último pleno la oposición unió sus votos para "tumbar" una modificación presupuestaria del BNG destinada a amortizar deuda con el superávit de 2015 y ayer mismo, en la comisión de Contas, volvió a surgir la "pinza" para apoyar una petición del PP de que se constituya una unidad de control del gasto "pese a que carece de todo sustento legal", según advierte el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, "ya que esa función corresponde al servicio de Intervención y los grupos quieren pasar por encima de esa oficina".

Minutos después, en la comisión de Régimen Interior , otra propuesta del PP recibía el apoyo en pleno de toda la oposición frente al BNG. Aunque en ella se piden mejores instalaciones para la Policía Local, en el fondo es un apoyo implícito a las reivindicaciones salariales de un nutrido grupo de agentes, un conflicto en marcha desde hace semanas y que volverá a ponerse de manifiesto en el pleno del próximo lunes.

A estos "signos" que acentúan las alianzas de toda la oposición contra el BNG con la vista puesta en el presupuesto de 2017 se unió ayer otra "pista": las condiciones que el PP acaba de poner a una eventual negociación de las cuentas del próximo año, diálogo que el BNG dice estar dispuesto a entablar aunque duda de que llegue a buen puerto. El propio González Carballo ya dejaba caer esa sensación al analizar el acuerdo sobre la unidad de control del gasto. El PP basa su petición en la abundancia de contratos menores y de adjudicación directa, pero el BNG, además de defender la legalidad de esos métodos, echa en cara de los demás partidos, en especial de PSOE y Marea que "entren en el juego del PP, que no es el mejor ejemplo a seguir en cuestiones de cuentas públicas". El concejal de Facenda explicó que en la comisión de Contas de ayer la petición del PP contó inicialmente con el voto en contra del BNG, a favor de populares, Marea y Ciudadanos, y la abstención del PSOE. Con este empate, el voto de calidad del presidente de la comisión -el popular Rafael Domínguez- hubiera servido para sacar adelante un dictamen favorable a la reclamación de los populares, pero en la segunda votación el PSOE se unió a los demás grupos de la oposición.

Por ello, González Carballo reprocha a socialistas y Mareas que "bailen al son que marca el PP y se una toda la oposición para defender algo que no tiene sustento legal". Insiste en que los grupos que encabezan Agustín Fernández y Luís Rei "deberían ser más precavidos". Sea como sea, hoy jueves se reúne la junta de portavoces para decidir el contenido del pleno del próximo lunes y tanto en esta reunión como en la sesión plenaria se despejará algo más la estrategia de toda la oposición para este último tramo del año, primer aniversario de la polémica aprobación presupuestaria de 2015.