La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, se ha dado de baja como afiliada de Comisiones Obreras a raíz del conflicto del Parque de Maquinaria, que encabeza este sindicato, que acaba de acusar al gobierno provincial del mal estado de la red de carreteras dependientes de la institución. "Ya me di de baja del sindicato porque no puedo formar parte de métodos como la pegada de carteles amenazantes o los insultos", en referencia a panfletos y pintadas que han aparecido en los últimos meses en diversos concellos de la provincia.

"Me apena que un representante sindical actúe como lo hace el de Comisiones Obreras, un sindicato que una gran trayectoria y me pregunto si también denuncian las deficiencias de la AP-9 o de las carreteras de la Xunta o de las vías municipales, que en muchos casos también están en mal estado", señaló Silva, que apunta que "vamos a hacer en estos tres años (que restan de mandato) el mejor plan de infraestructuras de esta provincia en la historia de la Diputación, a pesar de las dificultades que pone el Parque de Maquinaria".

Además, insiste en "lanzar un mensaje" a Comisiones Obreras: "Se acabaron los privilegios y pueden seguir colocando carteles y pintadas que la presión antidemocrática no va a hacer que rompamos nuestra política contra los privilegios". Eso sí, Carmela Silva apuntó que "no volverá a hablar más de este asunto por respeto a la trayectoria e historia de ese sindicato".

La presidenta de la Diputación tampoco quiso ayer realizar comentario alguno sobre la situación interna del PSOE y la división que se registra no solo en el partido en Galicia sino también a nivel federal. "Aunque ahora mismo soy la presidenta de la Diputación porque así lo decidieron los ciudadanos, yo no soy más que una militante que forma parte del comité federal", indicó, para añadir que hasta que se vuelva a reunir ese comité no hará nuevas declaraciones. Silva está alineada en el sector crítico con Xoaquín Fernández Leiceaga y Pedro Sánchez.