La Fiscalía Antidroga de Pontevedra pide penas que suman 23 años de cárcel para dos acusados de intentar introducir cocaína en España procedente de Sudamérica oculta en el interior de grandes bloques de granito.

Entre los acusados hay un vecino de Cambados , Fernando Gil Martínez, que ya fue condenado, tal y como destaca el fiscal, a una pena de 15 años de prisión en abril de 1996 por un alijo de 500 kilos de cocaína interceptados a bordo del pesquero Terral Colindres. De hecho, la pena más elevada que pide el Ministerio Público es de 13 años de prisión para esta persona al considerar que se le debe aplicar el agravante de reincidencia. En su historial también figura una condena a 12 años por el homicidio de un ciudadanos colombiano en Madrid en los años noventa, según se publicó en el momento de su detención.

El segundo acusado, Esteban G.A., se enfrenta a una petición de condena de diez años. Según el escrito de acusación, ambos planearon la introducción en España de una "importante cantidad de cocaína" que debería pasar inadvertida a las autoridades aduaneras al viajar camuflada en medio de mercancía legal. El método elegido fue para ocultar la droga fueron grandes bloques de granitos para la construcción.

Con este objetivo, en mayo de 2012 los acusados constituyeron una sociedad con sede en Salceda de Caselas que sería la importadora de la mercancía. Según el fiscal, para evitar el control policial "eligieron una nave industrial alejada más de mil kilómetros de su domicilio y en un polígono industrial en el que se asentaban diversas empresas dedicadas a la misma actividad de cantería a la que simulaba dedicarse la constituida por los procesados". Dicha nave estaba en Macael, Almería.

Sin embargo, la operación se truncó cuando en julio de 2012 las autoridades aduaneras chilenas, a petición de las fuerzas antidroga de Bolivia, inspeccionaron el contenedor que tenía como destinataria la sociedad creada por los acusados y descubrieron entre las 23 toneladas de piedras un total de 90 paquetes de cocaína con un peso de 89 kilos de esta sustancia de muy elevada pureza (un 89%), Una droga valorada en 4,2 millones de euros.

Señala el fiscal, que en los días posteriores a esta aprehensión, los procesados trataron de borrar toda posible relación con ellos con dicha importación y resolvieron el contrato de arrendamiento de la nave que habían alquilado en Macael (Almería) para extraer la droga.