-¿Se han perdido muchos de ellos?
-Hace solo 20 años mucha gente ni sabía lo que era un petroglifo, hoy gracias sobre todo a la iniciativa ciudadana, sociedades, amigos, medios, investigadores, se ha avanzado en el conocimiento público, en lo que no avanzamos al mismo ritmo es en la protección, en el mantenimiento. Los petroglifos están en monte, donde crece el matorral, el arbolado los rodea y en el caso que preguntaba de un incendio esa carga de matorral y ramas puede hacer que la temperatura alcance los 600 grados y las capas superficiales del petroglifo saltan por un fenómeno que se llama termoclastia, ruptura por el calor. Después están las obras incontroladas, en el monte todo el mundo hace pistas, traídas, talas etc y no hay ningún control sobre este tipo de obras, con lo cual se los pueden llevar por delante sin querer con una máquina excavadora o cualquier cosa. No se puede actuar así, si es un patrimonio y están declarados BIC, que comparativamente es la declaración española de Monumento Nacional, hay que actuar, falta la intención de cumplir la ley y exigimos que se cumplan ¿De qué valen las leyes, los organismos y los cargos si después nada se cumple? ¿Para qué los queremos?
-¿Es un problema de recursos? ¿Hay medios para proteger los petroglifos?
-Si que los hay, el pasado sábado hice una visita guiada de profesionales liberales a Tourón, viendo toda la vaguada uno de los visitantes, un arquitecto, explicaba que no veía tanta complejidad, tanto coste económico en desbrozar y tener limpio estos espacios, eso lo hace un operario en una mañana, no es problema de un coste económico desorbitado sino de organización, planificación, coordinación entre comunidades de montes, particulares, concellos y la Xunta, bajo la dirección de Patrimonio. No es nada complicado que arruine, solo de organizarse, querer cumplir la ley y quererle al país. Y es que en el fondo, todo esto se explica y se entiende si tu quieres al país, si tienes una idea de servicio, amor a Galicia y de proyectarla en el mundo, de visibilizar su parte positiva e implicar a los gallegos en su conocimiento y valoración. Es solo eso: querer a la cultura, conocer el patrimonio y querer al país porque, mire, este patrimonio si no lo cuidamos va a desaparecer y nosotros para protegerlo iremos a donde haya que ir.
