La Sociedad Cultural y Deportiva Raxó se posiciona a favor del Concello de Poio en torno a la polémica situación del lavadero de A Granxa, que interfiere en las obras que se están llevando a cabo en la zona.

Según el Plan Xeral de Ordenación Municipal, el vial reformado deberá tener un mínimo de ocho metros de ancho, pero al igual que el Concello, la asociación argumenta que el documento tiene previsto "un retranqueo en terreno adyacente". Es decir, en el caso del lavadero, "no sería necesario moverlo hasta que se desarrolle el PXOM y se edifique en dicho terreno", según asegura el presidente de la SCD Raxó, Xaquín Agulla.

"La situación del lavadero depende del propietario de la finca adyacente. Hasta que él no se decida a edificar y desarrolle el PXOM, la pila debe continuar donde está", destaca Agulla. Además, el representante del colectivo restó valor a la propuesta que "A Laxe", a favor de reubicar el monumento para favorecer la ampliación del camino, planteó en FARO. Dicha idea consistía en trasladar el lavadero a un parque infantil cercano o a la finca del cura. Agulla considera que ninguna es un proyecto válido porque "evidentemente un monumento de ese tipo, no puede estar en un lugar para niños y además, el cura no tiene potestad para proponer el terreno del que se habla".

La sociedad destaca que el problema del camino no será el lavadero, ya que "hay otros tramos con las casas al lado en las que sí se produce un embudo". "Además, ese monumento tiene un valor patrimonial, no debe ser movido y cuenta con un interés afectivo muy importante", finalizó.