Cinco meses después de que Maersk desviase a Marín tráficos que operaba en exclusiva en Vigo, el máximo responsable de la concesionaria de la terminal de contenedores (Termavi) rompe su silencio. Eduardo Fernández-Davila eligió la presentación ayer de las dos nuevas grúas para poner esta inversión de cuatro millones como prueba de "nuestra absoluta convicción de que el puerto de contenedores de Galicia es Vigo" y en contraposición con la actitud de un colectivo al que señaló como el origen de la debilidad competitiva de la terminal: los trabajadores de la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep). Con las elevadas tarifas de esta mano de obra "impuesta" , resaltó, resulta a su juicio "imposible" rivalizar con terminales de inferior categoría, como la marinense. Así que apeló "al sentido común" de este colectivo para remediar "una situación que nos perjudica a todos". Porque en las actuales condiciones, Fernández-Davila descarta acudir a una segunda subasta de tráficos de Maersk al entender que la "perderíamos de antemano" frente a Marín. Sin mencionar a este puerto, razonó que en ese hipotético concurso, "si el único parámetro es el precio, resulta obvio que no tenemos nada que hacer". Ahora bien, si se valorasen los medios, "es como comparar cigalas con sardinas", razonó.
Otras filiales
Al Grupo Davila pertenecen, además deTermavi, otras potentes filiales como Altius oTransglobal que explotan casi todas vertientes del negocio marítimo en España y en el extranjero. Un holding empresarial dirigido por un vigués poco dado a hablar públicamente salvo cuando atisba una amenaza seria a sus intereses en su ciudad natal. Su "apuesta por Vigo" dice que es "visible y constante", pero aboga por solucionar ya los fallos que lastran la competitividad de la terminal en lugar de esperar a la reforma legislativa que acabará con el monopolio de la estiba, en aplicación de la condena del Tribunal Europeo. "Los estibadores deberían reconsiderar su postura. La faena se nos está yendo a todos y perdemos tráficos. Lo de Maersk fue un aviso a navegantes; no podemos dormirnos en los laureles", advirtió.
A su modo de ver, "Maersk decidió buscar otras cosas, y ahora, está comparando". Y concluyó que "no se acaba el mundo porque se vaya Maersk de Vigo y si no es esta, otras compañías sabrán apreciar los valores de la terminal viguesa", concluyó.
Davila lamenta que tras dos meses de conversaciones "en la Sagep no se movieron ni un milímetro las posiciones" cuando ve como posible solución una muy sencilla". Se trataría de aplicar en la terminal de contenedores el "IV Acuerdo Marco de la Estiba".
