Miguel Espada, del estudio Espada y Santacruz, ultimaba ayer la instalación de la serie "Light Kinetics" que hoy se podrá ver en el Pazo da Cultura en el marco de la programación de la I edición del Tek-Fest, Encontro Internacional de Tecnoloxías Emerxentes.

"Trabajamos con nuevas tecnologías para la creación. Nuestra materia prima son las tecnologías digitales, con las que buscamos nuevos modos de expresión artística", asegura.

La obra, que se podrá ver durante todo el día de hoy, tiene carácter efímero y ha sido creada especialmente para Pontevedra. La inspiración en este caso han sido los diferentes puentes que cruzan el río en la ciudad. Forma parte de un proyecto en el que el estudio trabaja con la luz y la interactividad. "Creamos instalaciones en las que la luz es generada por el público o creada por él a través de diferentes sensores", explica Espada.

"Lo que intentamos hacer en estas piezas es dotar a la luz de esas capacidades físicas más relacionadas con su calidad de cuerpo. Le damos la sensación de rozamiento, de peso, de inercia...".

La instalación está compuesta por 64 bombillas de 150 vatios, lo que hace un total de más de 9.000 vatios, "que es muchísimo". "No siempre estarán todas encendidas, la idea es que la luz actúe como una onda", señala Miguel Espada.

En este caso la interacción con el público tendrá lugar a través de dos sensores. "Nos inspiramos en los puentes y en los reflejos de los arcos en el agua. La idea es que sean dos ondas que interactúen. Mediante un soplido las personas harán que esa onda evolucione, se encienda. Harán falta dos personas para que funcione".

"Cuando me propusieron hacer una pieza para Pontevedra, que es una ciudad de agua, de puentes, pensé en trabajar con esa idea", reconoce el creador, que estuvo en la ciudad durante el verano para realizar una visita técnica y conocer el entorno.

El montaje ha sido lo más laborioso de la pieza. "Nosotros nos consideramos artesanos en ese sentido. Lo interesante de esto es ver cómo crece la pieza. De hecho, esta la hemos creado con ayuda de alumnas de la Facultad de Bellas Artes. Se puede considerar una obra conjunta", confirma Miguel Espada, cuyo estudio ha expuesto en diferentes lugares del mundo. "Es una serie de piezas que tienen mucho recorrido. Nuestro último trabajo estuvo un mes en una galería de Nueva York".