"Se está moviendo mucho la rehabilitación en el centro histórico", manifestó la concejala de Urbanismo, Carme da Silva, tras la comisión municipal en la que ayer se aprobaron siete obras de reforma en otros tantos inmuebles de la zona monumental. En este barrio se contabilizan un total de 1.700 viviendas y aproximadamente la mitad necesitan algún tipo de obra de rehabilitación. Según los últimos informes, unos 300 edificios de este barrio están vacíos y medio centenar se ofrecen en venta o en alquiler.

Mientras, los proyectos de reforma emprendidos apenas cubren solamente el 15 por ciento del plan de ayudas a la restauración del ARI, que suponen unas 16 obras.

Obras

Entre las actuaciones autorizadas en la comisión municipal de Urbanismo de ayer se encuentra la rehabilitación de un edificio en ruinas situado entre las calles Laranxo y Fernández Flórez, que se destinará a uso residencial. También se autorizaron obras de reforma en el número 13 de la calle Figueroa, donde se acondicionará un restaurante, o en la calle Laranxo 10, donde la intervención presentada por el promotor contaba hasta ahora con el obstáculo de encontrarse fuera de ordenación, pero con la reforma introducida en la norma ahora se posibilita la obra porque la actuación mejora sustancialmente el edificio, aun considerándolo no adaptado al planeamiento vigente.

Además se autorizan mejoras en el inmueble de Michelena 40, donde se situaba la Droguería Luis. En este bajo comercial se recuperará el aspecto de la fachada original y se ubicará una Parafarmacia. Se rehará todo el frontal en la planta baja para recuperar los huecos y la tipología original del edificio.

En la misma comisión de Ordenación do Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente se autorizó una obra en el edificio histórico de la plaza Méndez Núñez 3, en el que se renovará un lucernario.

Las otras obras a las que se concede licencia son el acondicionamiento de un local con destino a comercio textil en el la calle Padre Luis y una reforma de la cubierta y rehabilitación de terrazas en la calle San Xulián.

Por el contrario, esta comisión municipal desechó la solicitud de licencia de rehabilitación interior de vivienda, en la planta baja de un inmueble de la calle Amargura.

Con todos estos acuerdos, la concejala de Urbanismo considera que "hay un movimiento importante de rehabilitación de edificios, tanto para locales como para vivienda" que suponen un repunte de la actividad inmobiliaria en el centro histórico de la ciudad.

Con la nueva normativa urbanística las obras menores en las áreas protegidas de la ciudad no necesitan permiso de Patrimonio, como tampoco las labores de mantenimiento. Continúan sometidas al criterio de la Consellería de Cultura las reformas al exterior o las nuevas construcciones.

En cuanto a obras de mayor trascendencia, tras la primera convocatoria de ayudas del ARI del casco histórico de Pontevedra tan solo se presentaron 16 proyectos, cuando las expectativas hacían pensar en al menos un centenar de proyectos de rehabilitación para edificios de la zona monumental.

En las partidas presupuestarias se reservaban 1,7 millones de euros para las ayudas que recibirían estos proyectos, mientras que el número de iniciativas que se tramitaron ante el Concello finalmente supusieron una inversión muy inferior, de algo más de 220.000 euros.