Casi un año ha tardado la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en redactar la sentencia del macrojuicio por narcotráfico celebrado en octubre del año pasado en la ciudad del Lérez contra el conocido como clan de Vázquez Roma. El fallo, notificado hoy, impone condenas que suman 94 años de prisión para 18 de los 20 acusados por delitos de narcotráfico (en el caso de 14 de los enjuiciados) y de blanqueo en lo que respecta a ocho de los procesados (algunos repetían ambos delitos).

El cabecilla de la red logra rebajar ligeramente la pena que se le impone por narcotráfico y blanqueo gracias a su confesión en el acto del juicio, lo que permite que se aplique una atenuante a la que hay que sumar otra de dilaciones indebidas. José Ramiro Vázquez Roma es condenado a una pena de 11 años de prisión, 8 por tráfico de drogas y 3 más por blanqueo. La confesión sí permitió una reducción de las penas considerable en el caso de sus parientes más cercanos que eran procesados, la mayoría, únicamente, por blanqueo de capitales como es el caso de su mujer o su madre. La primera es condenada a una pena de dos años de cárcel, la segunda a seis meses como autora de un delito de blanqueo pero por imprudencia. La Audiencia absuelve del delito de blanqueo del que venía siendo acusada María Minia Millán Leiro, cuñada de Vázquez Roma. También absuelve por el delito de narcotráfico a María Belén Cordeiro Sabana. Así mismo, absuelve a todos los acusados a los que se les imputaba el delito de pertenencia a organización criminal.

Las penas de cárcel más duras son para los más cercanos colaboradores a Vázquez Roma y quienes también negaron esta condición durante el juicio celebrado en Pontevedra. Se trata del gerente y administrador del astillero Vianapesca de Portugal, Jorge Lorenzo, a quien se le imponen diez años de prisión (es absuelto por blanqueo) y a Juan Antonio Garre, a quien se considera en la sentencia el enlace entre el grupo de Vázquez Roma y los exportadores de la droga en América Latina.

La sentencia establece probado que el grupo se concertó para introducir un importante alijo de cocaína en octubre de 2007, siendo avistadas por Aduanas los lanchas rápidas cargadas con fardos que intentaron huir, poniendo una de ellas rumbo a la ría de Pontevedra (embarrancando en la playa de A Mourisca, en Bueu), y otra hacia de la Arousa, varando en Porto Meloxo no sin antes arrojar los fardos al mar. De esta lancha se recuperaron 324 kilos de droga y de la lancha interceptada en Bueu unos 2.562 kilos con una pureza de un 70%. El resto de los participantes en la operación de narcotráfico, que también confesaron los hechos, asumieron penas de 5 años de prisión.

Además, se impusieron multas millonarias,, de hasta 400 millones de euros en el caso de los principales imputados.