"Siempre dicen que la peor enfermedad es el cáncer, pero por lo menos para el cáncer hay tratamientos para el dolor y puede tener cura, pero para esto...". La pontevedresa Olga Castro no puede evitar emocionarse cuando le toca hablar de su madre, Josefa Iglesias, de 76 años, enferma de alzhéimer desde hace ya casi cuatro.

"Esta es una enfermedad que se vive cada día y la familia la vivimos con ella", asegura Olga, que tiene dos niñas de 11 y 14 años. "Yo me preparo como hija, pero también tengo que hacerlo como madre, porque ellas conviven con su abuela. Ella ha sido la figura que, cuando yo no estaba por motivos de trabajo, era quien las cuidaba, quien les leía un cuento antes de acostarse", recuerda esta mujer, que trabaja en el ramo sanitario, lo que le hace tener un conocimiento muy elevado sobre el azlhéimer.

"Ellas son ahora el lazarillo para su abuela. Trabajan mucho con ella", resalta.

Actualmente, Josefa Iglesias es incapaz de distinguir algunas fechas, como las de nacimiento o las del día en que vive. "Le falla la memoria reciente. Sabe que es Navidad porque cantamos villancicos", explica su hija, que señala que en la convivencia diaria es cuando se llega a conocer que una persona sufre alzhéimer.

"Fui yo la que me di cuenta de lo que pasaba. Fue algo muy triste, porque lo veía, pero no lo quería creer", confiesa. "Sobre todo, le cambió el carácter, especialmente con los que convivíamos con ella", incide. Además, "repetía muchas cosas". "Creo que muchas personas no sabrían distinguirlo".

En este sentido, lamenta que su médico de familia le diese como primer consejo que no se obsesionasen, "hasta que llamamos a otras puertas y pedimos una segunda opinión médica".

La medicación es solo una parte del tratamiento de la enfermedad, ya que el grueso lo realizan a diario en casa y en la asociación Afapo. "Esas personas nos ayudan día a día, tienen mucho valor y nos escuchan todas las preguntas que se nos presentan", valora.

"El tratamiento es trabajar con ella con fichas, no hay más. No hay que ponerse un antifaz", recalca.

Sin la ayuda de la asociación, Olga Castro no vería posible poder continuar con el cuidado de su madre. "Al principio ella no quería ir. Después de un año de su diagnóstico decidió hacerlo yendo dos días a la semana. Después ya fueron tres y ahora va a diario. Vuelve muy contenta. Esta última vez, que se incorporó un poco más tarde en septiembre, hasta tenía miedo a quedarse sin su plaza", explica la hija de la enferma. "Tiene un carácter muy bueno, y no es porque sea mi madre. Hacen amigos, pero ella no se acuerda, te habla solo de dos nombres, a lo mejor".

Desgaste psicológico

Para la pontevedresa lo importante no es tanto el gasto económico que supone en su entorno esta enfermedad, sino el desgaste psicológico. "Ojalá se invirtiese más en ello", pide. Al respecto, subraya que en las primeras etapas de la enfermedad, en las que es necesario ejercitar la memoria, "este tipo de terapias son imprescindibles".

Josefa Iglesias es consciente en ocasiones de su enfermedad. "A veces te das cuenta de que no hace determinadas cosas por miedo, por inseguridad, porque no sabe hacerlas ya".

El consejo que su hija da a otras familias es que se encuentren en esta situación es que "estén al lado del enfermo, que le den mucho cariño y, sobre todo, que tengan mucha paciencia". "Una madre o un padre es el pilar principal que nos da muchos valores en la vida. Lo son todo", expresa.

Olga Castro tiene palabras muy críticas para "esta política austera, que no nos ayuda nada". En su caso, han tenido que poner una reclamación porque la cita con el neurólogo que debería tener su madre dentro de tres meses ha pasado a formar parte de una lista de espera de un año.

"Las cosas importantes son las de la salud. ¿De qué nos sirve que levanten un adoquín en una acera para volver a colocarlo bien?", se lamenta.

"La gente no es tonta", dice, para incidir en que no hay ninguna campaña electoral que "vaya a cambiar las cosas".

"Lo que yo quiero es que se dé a conocer la enfermedad y por lo que pasan la gente que la sufre y los que le rodean", resume.