Un completo esqueleto de hace 2.000 años fue descubierto ayer en el yacimiento arqueológico de A Lanzada. El esqueleto, posiblemente de una mujer joven, es el primero que aparece en este campo desde la década de los 60-70 del siglo pasado y se encuentra en un buen estado de conservación debido a que estaba en una zona arenosa, lo que favoreció la preservación de los restos óseos.

La intervención, llevada a cabo por el equipo de arqueólogos de la Diputación de Pontevedra para la puesta en valor de este asentamiento galaico-romano, ya sacó a la luz más de 3.000 piezas arqueológicas y restos de un cánido el pasado mes de agosto.

En este caso y a falta de un estudio que se realizará en Santiago de Compostela y cuyos resultados se conocerán en un plazo comprendido entre uno y dos meses, el esqueleto es de una mujer joven que realizaba una actividad física intensa.

El equipo de arqueología destaca que el esqueleto se descubrió bajo una construcción del siglo I después de Cristo, lo que hace sospechar que los huesos son de esa época.

Los arqueólogos, que han denominado "Cornelia" a este esqueleto por coincidir el hallazgo con esta onomástica, afirman que con el estudio que se le va a realizar "se podrá conocer como se alimentaban nuestros antepasados, qué tipo de parásitos o enfermedades padecían, así como la presencia de metales, etc".

Dada la importancia del hallazgo hasta el lugar acudieron la presidenta de la Diputación, Carmela Silva y el alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, a quienes el responsable de la intervención en el campo de A Lanzada, Rafael Rodríguez, explicó el descubrimiento y vieron in situ el levantamiento del esqueleto.

Poner cara a los antepasados

Carmela Silva destacó que "el esqueleto que se levanta en A Lanzada, en excelente estado de conservación, es el primero de los encontrados en las intervenciones que la institución provincial está realizando en la provincia de Pontevedra en el marco del protocolo firmado con el Ministerio de Fomento.

El equipo de arqueólogos de la Diputación lleva dos meses trabajando en este campo. Su responsable, Rafael Rodríguez, resaltó que el hallazgo de Cornelia "supone la confirmación de la extensión de la necrópolis galaico-romana hasta el área de ocupación, cerca de las viviendas" y añadió que "nos permitirá contar la historia de las gallegas y de los gallegos, poñerle cara a los protagonistas reales de lo que aconteció en este territorio".

Además, Rafael Rodríguez afirmó que el estudio que se realizará en Santiago "permitirá datar el esqueleto y determinar si pertenece a la etapa prerromana o romana".

La intervención arqueológica del Campo de A Lanzada, que comenzó el pasado 20 de julio y continuará hasta noviembre de este año, se enmarca en el protocolo firmado entre la Diputación de Pontevedra y el Ministerio de Fomento, y pretende triplicar la zona visitable de la excavación, poniendo en valor el área romana del recinto con el fin de aclarar cronologías.

Para ello, la Diputación está invirtiendo 262.541 euros para la puesta en valor de este yacimiento galaico-romano.

Edad de Hierro

A Lanzada es un asentamiento fundamental para conocer el mundo de la Edad de Hierro en el noroeste peninsular, desde donde se desarrollaban actividades comerciales de gran envergadura, conectando esta zona con puntos del Mediterráneo tan distantes como Palestina, Italia o Tunisia.

También en este yacimiento se encontraron vestigios que permiten situar la primera factoría de salazones del noroeste peninsular.

El arqueólogo de la Diputación, Rafael Rodríguez, resaltaba a FARO en una entrevista publicada este pasado domingo la importancia de este yacimiento arqueológico al manifestar que "en el Campo de A Lanzada cristalizan las relaciones entre el Mediterráneo y el Atlántico".

En estos dos meses se han encontrado "un montón de vajilla de lujo de época romana", decía y de hecho, el equipo de arqueólogos busca una villa romana con más posibilidades con esta ampliación a 1.800 metros cuadrados de la superficie a investigar.

También estudian si en alguna parte de este nuevo terreno a explorar aparece el monasterio de Santa María Lanceata del que habla la documentación histórica.

Se ha descubierto que debajo de las estructuras romanas vuelve a haber estructuras castrexas que aún no hay posibilidad de datar pero que se van, al menos, al siglo II antes de Cristo.

La gran noticia que ofreció este Campo de A Lanzada se obtuvo en las excavaciones realizadas en 2010 con la documentación de una factoria de salsas, ya que se pensaba que hasta que llega Roma no hay factorías de salazones, ni salinas, ni nada parecido en el noroeste. Los arqueólogos encontraron esta factoría datada a finales del siglo III antes de Cristo y hasta el siglo II a.C.. Era una fábrica que presentaba piletas totalmente distintas a las romanas y una manera de construir a medio camino entre el mundo galaico y el mediterréno.