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Día Mundial del Alzhéimer 2016 · Los enfermos en Pontevedra

El área sanitaria de Pontevedra tiene cerca de 5.000 enfermos de alzhéimer

Cada año se diagnostican en la zona unos 750 casos nuevos -El CHOP no detecta un aumento de la incidencia de la enfermedad -La mayoría son pacientes de más de 60 años

En el área sanitaria norte de Pontevedra hay entre 4.500 y 5.000 casos prevalentes de alzhéimer y otras demencias. Cuando falta un día para que se celebre el día mundial de esta enfermedad, el 21 de septiembre, el Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, informa de que cada año se detectan en esta zona unos 750 nuevos casos.

La enfermedad de Alzheimer, también denominada simplemente alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta con deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Su característica principal es que evidencia una pérdida de la memoria y otras capacidades mentales, algo que sucede a medida que mueren las células nerviosas, neuronas, y se atrofian diferentes zonas del cerebro.

Según la asociación de familiares de enfermos de alzhéimer y otras demencias de la provincia de Pontevedra, Afapo, en Galicia hay 6.000 nuevos casos de demencia cada año.

El doctor Manuel Seijo, jefe del servicio de Neurología del CHOP, reconoce que no se ha detectado un incremento de esta enfermedad en la sociedad, pero tampoco de prevalencia. "Sí se diagnostican más casos y con más antelación", asegura.

En cualquier caso, se muestra optimista con los estudios más recientes, que señalan que se está detectando una "leve reducción a nivel global".

En base a la información facilitada por el CHOP, la mayoría de los casos se dan en personas mayores de 60 años.

Actualmente, el alzhéimer es la forma más común de la demencia. Los primeros síntomas son pequeños olvidos, ante los cuales hay que acudir al médico de cabecera. Será él quien desvíe al paciente al especialista.

A medida que progresa la enfermedad aparecen otros síntomas como la confusión mental y cambios de humor, que pueden conllevar irratabilidad o agresividad, aunque dependerá del caso. Las últimas etapas suponen una predisposición del paciente a aislarse.

A día de hoy no se conocen las causas de la enfermedad y tampoco hay cura para ella. Los únicos tratamientos que se aplican son aquellos encaminados a mejorar la memoria y la cognición. Llevar una vida activa, tanto física como intelectualmente (leyendo, jugando a las cartas...) pueden ayudar a prevenir una dolencia que deja una esperanza de vida máxima de 15 años desde su diagnóstico.

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