La precariedad laboral y salarial, unido a las dificultades para obtener financiación han provocado un notable crecimiento de la modalidad del alquiler, según admiten las propias inmobiliarias, y de la opción de la segunda mano, en muchos casos entre particulares, lo que impide reducir el stock de pisos nuevos y, por tanto, pensar en nuevas promociones.

Los últimos datos de Fomento referidos a la compra venta mostraban que 2016 había registrado un ligero repunte. Sin embargo, la inmensa mayoría de las adquisiciones se concentra en el mercado de segunda mano. Apenas se mueve el sector de la vivienda nueva.

En un balance de los últimos cinco años, desde enero de 2011 hasta marzo de 2016, los datos aportados por el Ministerio de Fomento ponen de manifiesto que en el municipio de Pontevedra se vendieron 2.353 viviendas, pero solo 846 de ellas (alrededor del 36%) eran nuevas. En 2004 fueron 754, más de 860 en 2005, casi 760 en 2006, y un total de 867 en 2007. A partir de entonces se registra una caída paulatina en las ventas generales, pero especialmente significativa en los pisos nuevos.

Así, en 2011, el 60% de los inmuebles adquiridos en todo el municipio estaban por estrenar, porcentaje que cayó al 41% al año siguiente. La tendencia siguió a la baja en 2013, con apenas un 30% de pisos nuevos, índice que se mantuvo en 2014. Desde entonces el descenso es brutal. En todo el año pasado se compraron, según Fomento, 444 pisos y solo 76 de ellos (el 17%) eran nuevos, mientras que en los tres primeros meses de 2016, el porcentaje se redujo al 15%, con 17 pisos sin estrenar de las 112 operaciones totales.

Si la situación es preocupante en la capital, en el resto de la comarca este fenómeno cae a límites nunca conocidos hasta ahora. En los 13 municipios del área de influencia de Pontevedra se contabilizaron entre enero y marzo de este año 114 operaciones de compraventa, es decir, prácticamente el mismo número que en la capital. Pero si en la ciudad hubo al menos 17 casos de pisos nuevos, en esos restantes concellos solo se contabilizan cinco. Las otras 109 operaciones correspondieron a viviendas de segunda mano. De este modo, sumando todas las operaciones de la comarca, incluida Pontevedra, más del 90% de las adquisiciones se refieren a inmuebles usados.