-¿Qué significa para Cáritas Interparroquial esta tienda?
-Significa un paso adelante, porque a través de esta tienda lo que pretendemos fundamentalmente es ayudar a las personas. Es cierto que todos los que estamos en Cáritas soñamos con un mundo mejor, un mundo más justo en el que nadie tuviera que acudir a nosotros ni a ninguna otra organización, pero la realidad es la que es y nosotros intentamos con nuestra pequeña aportación suavizar la vida de la gente que tiene dificultades. Hemos pasado una gran crisis y, a pesar de que dicen que ya estamos saliendo, en Cáritas no lo notamos. También es cierto que el número de personas beneficiarias no ha aumentado, pero tampoco ha disminuido. Además, esta ese trabajador que trabaja y su sueldo no le llega para vivir. Recurren a nosotros pidiendo ayuda para pagar un recibo, medicinas...
-¿Es novedosa la cuestión de las medicinas?
-Lo cierto es que ya llevamos varios años. Además, ahora que empieza el curso escolar, y aunque hay unos cheques de la administración, también recibimos muchas peticiones. La ropa también es una cuestión muy demandada.
-¿Qué otros servicios ofrecen?
-Atendemos y acompañamos. Detrás de cada problema hay una vida, una historia. Siempre escuchamos, aunque no siempre podamos ayuda.
-¿En que han cambiado los usuarios?
-Son cada vez más jóvenes. Cualquiera podríamos haber necesitado ayuda.
-¿Cuáles son los retos de Cáritas este año?
-Seguir ayudando. Ojalá Cáritas no tuviese la necesidad de existir, que todo el mundo tuviese una buena calidad de vida.
-¿Se ha notado un descenso de las aportaciones de carácter privado?
-Hace dos años recibíamos más. Quizá la gente ha pensado que la situación económica ha mejorado. En ese sentido hacemos un llamamiento.
