Cinco detenidos en la red internacional que robaba coches de lujo en varios países de Europa, participaban desde Pontevedra en las transacciones actuando como "hombres de paja". La Guardia Civil, en colaboración con las policías de Italia y Bélgica, han detenido a un total de 31 personas como supuestos integrantes de esta organización internacional, cuyo cabecilla era un ciudadano marroquí. Se les acusa de robar 44 vehículos de alta gama en Italia, Bélgica, Portugal y Francia, algunos valorados en más de 100.000 euros, para posteriormente trasladarlos al norte de África para su venta.

Además de los cinco detenidos en Galicia, se ha apresado también a un vecino de Barcelona y otro de Granada como integrantes españoles de esta trama. A todos ellos se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, falsificación de documentos, blanqueo de capitales y receptación.

El montante del valor de los coches recuperados supera los tres millones de euros, si bien el coronel jefe de la Guardia Civil en Pontevedra, Miguel Estévez, indicó que antes de que se iniciase esta operación, en mayo de 2015, la banda ya tenía una actividad previa.

Los cinco detenidos en la provincia de Pontevedra residían concretamente en Vilanova de Arousa, Cambados, A Illa de Arousa y Paredes (Vilaboa), además de la ciudad de Pontevedra. Tanto en la capital como en Paredes se realizaron registros en sendas viviendas, si bien los responsables policiales indicaron que los detenidos cambiaban habitualmente de ciudad, domicilio, negocios, etc., para dificultar su seguimiento.

Puerto de Vigo

La denominada operación "Aligustre-Orso" echó a andar tras las sospechas que levantó el embarque de dos vehículos de alta gama en el puerto de Vigo con destino el norte de África. La Guardia Civil se interesó por la procedencia de estos vehículos y así se puso en marcha la operación, desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo.

Los agentes españoles (entre 35 y 40) han trabajado conjuntamente con las policías italiana y belga, otros 60 agentes aproximadamente, según indicaron en la rueda de prensa celebrada ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, con la presencia del subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, además de representantes de las policías de Rumanía, la Polizia Stradale d'Italia y la Politie Belge.

El líder de la organización fue detenido en Bélgica, además de otros dos sospechosos, y el grueso del operativo, otras 20 personas arrestadas, en Italia.

El coronel jefe de la Guardia Civil en Pontevedra detalló que se han realizado varios registros en los domicilios de los detenidos interviniendo una considerable cantidad de dinero en efectivo, material informático, teléfonos móviles, relevante documentación y otros efectos relacionados con la investigación.

La operación comenzó cuando, en mayo del pasado año, tras seguir la pista de dos vehículos de lujo embarcados en Vigo, los agentes pudieron detectar la existencia de un grupo de personas compuesto fundamentalmente por ciudadanos de origen árabe, que podrían estar robando vehículos de lujo desde varios países de Europa con destino al norte de África.

Fruto de estas investigaciones, los agentes pudieron determinar que los integrantes de la organización elegían los vehículos de alta gama que estaban en la vía pública y que querían robar.

Posteriormente conseguían una documentación falsificada del vehículo así como la de su propietario para, con estos documentos, presentarse en los concesionarios oficiales de las distintas marcas de los vehículos y solicitar con cualquier excusa un duplicado de las llaves de contacto.

Una vez que tenían en su poder el duplicado de las llaves, sustraían el vehículo sin fuerza y en la misma calle y lo trasladaban a una ciudad con puerto marítimo desde donde embarcarlo al continente africano.

Para llevar a cabo todas estas actividades, la organización utilizaba distintas identidades falsas, constituían empresas ficticias, abrían numerosas cuentas bancarias y realizaban constantes cambios de domicilio para evadir la acción de la justicia y dificultar las investigaciones policiales, según explicó el coronel jefe de la Guardia Civil en Pontevedra, Miguel Estévez. Todos los detenidos cuentan con un amplio historial de antecedentes policiales, por delitos contra la propiedad.