Más de 2.600 personas fueron atendidas el año pasado en Caritas Interparroquial de Pontevedra, unas acciones de las que resultaron beneficiadas más de 6.400.
Son datos aportados por la entidad en su memoria de 2015, incluida en la de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela. Las cifras se dieron a conocer con motivo de la inauguración de una tienda de segunda mano y restos de stock bajo el nombre de Arroupa.
"La Iglesia y Cáritas quieren dar respuesta a los nuevos tipos de pobreza", aseguró José Anuncio Mouriño, director de Cáritas Diocesana de Santiago, que recalcó que "la única forma de que un ser humano sea libre es que no dependa de nadie: ni de las administraciones ni de Cáritas".
Asimismo, Mouriño hizo hincapié en el aumento del número de mujeres que pasan sus días en la calle desde el comienzo de la crisis.
De los cuatro programas que Cáritas Interparroquial Pontevedra mantiene en funcionamiento: vivienda, albergue, atención primaria y ropero, fue este último el que obtuvo más beneficiarios el año pasado, con 4.474. Se trata de acciones solicitadas por 1.662 personas que acudieron a las instalaciones de la sede en la calle Joaquín Costa, número 64, en busca de ayuda para recibir prendas de ropa, calzado y otro tipo de enseres básicos para una vida digna. El hecho de que el número de beneficiarios sea mayor al de solicitantes quiere decir que una misma personas puede pedir ayuda para toda su familia, que pasa por dificultades económicas.
La atención primaria fue el otro programa que mantuvo una gran actividad el año pasado en Cáritas en Pontevedra. La participación de 622 personas supuso que 1.648 resultasen beneficiadas en cuestiones relativas a la acogida, la escucha y la orientación, muy necesarias en este tipo de situaciones críticas económicamente hablando. de estas 622 personas, el número mayor era de mujeres, 377, frente a 245 hombres. En este apartado hubo 131 casos nuevos respecto al año anterior y 316 beneficiarios nuevos.
Según franjas de edad, los que más acuden en busca de atención primaria son las personas de entre 34 y 49 años, con un total de 430, seguidas de las de 50 a 65 años, 121. También hubo 61 individuos de entre 18 y 33 años que solicitaron este tipo de ayuda y otros 10 de más de 66 años.
En general, siguen siendo los españoles los que más se benefician del trabajo desinteresado de Caritas. De los 622 que el año pasado se acercaron hasta la sede pontevedresa solicitando acogida, escucha u orientación, 368 eran de España, mientras que 54 eran de otros países de la Unión Europea y otros 200 extracomunitarios.
El servicio de albergue que se ofrece en Pontevedra por parte de la entidad tuvo como beneficiarias a 310 personas. También en este caso la mayoría eran españolas, 230, frente a 80 de fuera de la Unión Europea.
Por último, 12 individuos se acogieron al programa de vivienda, de los cuales 7 eran mujeres y 5 hombres. Ocho tenían nacionalidad española y los otros cuatro se repartían entre países comunitarios y no comunitarios a partes iguales. Es destacable en este sentido que 6 de los beneficiaros eran menores de edad. Otros cuatro tenían edades comprendidas entre los 34 y los 49 años. Los otros dos tenían de 18 a 33 años y de 50 a 65 años.
