La caja negra del tren "Celta" Vigo-Oporto siniestrado el pasado viernes en O Porriño despejará las incógnitas sobre la verdadera causa o la sucesión de varias que desencadenaron el accidente en el que fallecieron cuatro personas y más de 40 resultaron heridas. Para expertos consultados por este periódico, las imágenes del convoy, arrastrado por un automotor diésel S-592, revelarían que circulaba por la vía secundaria, a la que fue desviado por obras de mantenimiento en la principal, a una velocidad "bastante más elevada" de la limitada en este tramo, de 30 km/h. Pero estos mismos expertos no se explican cómo alcanzó esta marcha cuando este tren dispone del sistema ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático) que aunque en su modalidad básica -la digital permite frenar el convoy-, desde que salió de la estación viguesa hasta antes del impacto debió avisar al piloto mediante alertas en cabina sonoras (pitidos) y luminosas (luces en el salpicadero) de la limitación de velocidad a 30 km/h. Además de confirmar si en efecto funcionaron estas alarmas, el análisis del contenido de la caja negra que se vuelca hoy en el juzgado de Instrucción 2 de O Porriño también revelará si el veterano piloto portugués confirmó la recepción de las alertas, como ordena el protocolo de seguridad.

Tras descarrilar, el tren Vigo-Oporto recorrió unos 140 metros. En su desbocada trayectoria se llevó por delante además de una caseta de conexiones eléctricas, el poste de hormigón, una valla guardarraíl, rozó el puente bajo la N-120, tumbó otro poste de cemento e acabó impactado contra una torreta eléctrica. "Si hubiera respetado los límites difícilmente la locomotora presentaría esos daños. Esa brutalidad del impacto ya indicaría un exceso de velocidad. En todo caso, sabiendo la distancia recorrida y el tiempo transcurrido los investigadores ya tendrían que saberlo. Faltaría saber por qué razón", argumentan estos expertos.

Esta es la principal cuestión que, insisten los especialistas, permitirá aclarar el contenido de la caja negra. De antemano dudan de que fallase el ASFA que, al menos en teoría, tuvo que transmitir a la cabina del "Celta" dos alertas sonoras y luminosas. Una antes de llegar a la primera baliza que indica la entrada en Porriño, y otra 300 metros después, a la altura de la segunda baliza, denominada "avanzada" y ubicada a un kilómetro de donde se produjo el trágico siniestro.

"En ambos casos el maquinista tiene la obligación de reconocer que recibe los avisos. Dispone para ello de tres segundos. Y al menos en una ocasión tuvo que hacerlo porque si no confirmas no para de sonar", añaden los mismos expertos que siguen sin contemplar la posibilidad de atribuir el accidente a un "mero despiste". Antes de esto aceptarían que el piloto pudiera haber sufrido algún tipo de problema de salud que limitara su movimiento o su capacidad de informar por radio o móvil. De 45 años, José Arnaldo Moreira llevaba 22 años conduciendo trenes y había cubierto el trayecto entre Vigo y Oporto en once ocasiones.

A la apertura y extracción hoy de la información almacenada en los registros de seguridad del tren accidentado asistirán el ingeniero de caminos Juan Carlos Carballeira Rifón y el ingeniero industrial José Manuel Lamela, los dos peritos designados por la Xunta para que acudan al Juzgado de Instrucción número 2 de O Porriño. La selección del gobierno autonómico sorprendió ayer al sector ferroviario por cuanto ambos son peritos, al mismo tiempo, en la causa judicial por el siniestro del Alvia en el barrio compostelano de Angrois, y han sido cuestionados tanto por la defensa del maquinista como por las asociaciones de víctimas, a diferencia del ingeniero de telecomunicaciones, César Mariñas, único al que consideran independiente, al ser Carballeira y Lamela funcionarios de la administración autonómica.

En un escrito consultado por la agencia Europa Press, la Subdirección Xeral de Medios da Administración de Xustiza remite al juzgado estos dos nombres, y apunta que "ambos técnicos prestan servicio en la administración autonómica de Galicia y se personarán en el juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de O Porriño". Además de asistir al volcado de la información de la caja negra, estos peritos, según indica el documento de la Xunta, son los planteados "para que de manera posterior procedan a la inspección" del tren "Celta" que descarriló.

No graba conversaciones

Sobre la caja negra del tren siniestrado se pronunciaron ayer representantes de los comités de Renfe y Adif en Pontevedra, Luis Mariano de Isusi y Amparo Alonso. Tras reunirse ayer con el alcalde de Vigo de antemano ratificaron que el comité de Empresa no hará especulaciones sobre las causas del siniestro hasta que no se conozcan los informes y los datos registrados en ese hermético compartimento que se abre hoy en el juzgado, pero ya confirmaron que esta caja registra los datos referentes a distancias, señales y "sobre todo velocidades", no así posibles conversaciones en cabina (solo se registran en trenes más nuevos).

De Isusi señaló que los sindicatos "siempre piden que la seguridad sea cien por cien" y que tanto usuarios como trabajadores del ferrocarril tengan las "máximas garantías". A este respecto indicó que los trenes Celta son "seguros", pese a su antigüedad, "unos 37 años". En la misma línea, la presidenta del comité de Adif, Amparo Alonso, remarcó que, si los maquinistas e interventores suben a esos trenes, "es porque son seguros". Ante las quejas de los viajeros por la antigüedad del convoy, admitió que "es más un problema de confort, que no tiene ninguno". "Eso está relacionado con la modernización, que también conlleva mejores sistemas de seguridad y vías adecuadas. Los viajeros podrían tener más confort", añadió Alonso para completar a continuación que "la seguridad está garantizada, pero con velocidades mínimas".

Precisamente, el ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá anunció ayer que los presidentes de Renfe y de Adif comparecerán en el Congreso para informar "con todo detalle" del accidente de O Porriño (Pontevedra). Aseguró que los servicios jurídicos de su departamento y de la Cámara valorarán el momento en el que se plantea "pero en todo caso con carácter inmediato". Catalá también dejó claro que no tendría ningún problema en que fuera él quien compareciese antes los diputados pero "por las características del accidente y por su magnitud y viendo los antecedentes" se consideró que "lo razonable es que comparezcan los mencionados. En todo caso adelantó que "ya llegará el momento de saber qué ha sucedido y si hay alguna responsabilidad nosotros seremos los primeros que vamos a estar ahí al frente".