"¿Qué queréis ser de mayores?", preguntó el alcalde de Pontevedra, Miguel Lores, a los alumnos de sexto de Primaria que ayer comenzaban el curso en el colegio San Martiño de Salcedo. Una niña que se sienta sola en el pupitre de la esquina de la última fila fue la más decidida: "Yo de mayor quiero ser lo mismo que tú", espetó al primer edil.

El alcalde elogió la determinación de la pequeña, pero le explicó que en su profesión, además de tener la voluntad de ejercerla hay que contar con el apoyo de "muchísima gente", desde los compañeros de partido hasta los votantes. La advertencia no acobardó a la pequeña líder, cuya única intervención en un largo diálogo de los chavales con el alcalde -que se prolongó durante una hora-, fue para advertirle que algún día lo sucederá.

Lores y el concejal del Rural, Demetrio Gómez, eligieron el colegio San Martiño de Salcedo para abrir el curso porque este centro, así como el de Lérez, serán los que estrenen los "camiños escolares" en el rural. Durante su charla con los niños, el alcalde de Pontevedra les anunció que igual que se logró que los escolares del centro urbano puedan ir caminando solos al colegio "como hacía yo cuando iba a mi escuela de Vilalonga" -les explicó Lores-, el gobierno local se propone que también los chavales de las parroquias puedan llegar al colegio caminando con sus compañeros. "Es sano, se socializa mejor y se llega más despierto a clase", les indicó Lores.

Este plan de mejora de la seguridad viaria en el entorno de los colegios se pondrán en marcha este año en los centros citados, para posteriormente extenderse a todos los del ámbito municipal.

Lores no desaprovechó la visita al colegio de Salcedo para recordar los premios internacionales que ha recibido el "modelo urbano" de Pontevedra, con actuaciones como los "camiños escolares" que ahora prevé extender al rural.

Al colegio en taxi

Otra de las niñas del aula indicó a Lores que ella va al colegio en taxi. Le correspondía el centro escolar de Cabanas pero por falta de plazas tiene que acudir a San Martiño de Salcedo, sin otra posibilidad de transporte escolar que el taxi, que le asigna la propia consellería.

Por lo demás, el alcalde destacó la "normalidad" con la que comenzó el curso, que en Pontevedra sufre un leve descenso de matriculación en el ciclo de infantil, debido a la caída de la natalidad desde el inicio de la crisis económica.

Los 50 minutos de clase se quedaron escasos para responder a todas las preguntas que le plantearon los chavales, por lo que Lores prometió volver otro día a seguir hablando con los pequeños.