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Rosa Santalices: "Nuestra intención es que el legado de mi abuelo, Faustino Santalices, quede en el Museo"

"Incluye zanfonas, gaitas, su traje tradicional, cancioneros, partituras, herramientas... Una buena colección"

Rosa Santalices, que hoy ingresará como cofrade de la Enxebre Orde da Vieira. // Rafa Vázquez

El santuario de A Peregrina será escenario hoy domingo del acto en el que 13 cofrades ligados a la provincia de Pontevedra se incorporarán a la Enxebre Orde da Vieira, entre ellos, Rosa Santalices, que señala que "recibo la nominación con una gran satisfacción, mi padre ya que cofrade de la Orde da Vieira y seguir sus pasos me parece que es muy acertado".

-¿Quién fue Faustino Santalices, su abuelo?

-Mi abuelo fue un constructor de gaitas, recuperador de la zanfona, que en esa época estaba en vías de la total extinción, incluso entre la música popular y también de un importante cancionero, hizo muchas cosas para la conservación de la música tradicional de Galicia.

-Su padre, Faustino Santalices Muñiz, fue el continuador.

-Sí, mi padre fue el continuador y quien trabajó para que no se perdiese todo el legado y la labor de mi abuelo, que fue recuperando numerosos instrumentos de siglos anteriores y mi padre lo conservó posteriormente, si él no lo hubiese mantenido todo ese legado se habría perdido.

-El legado de su abuelo pudo verse recientemente en el Museo.

-Sí, fue una exposición muy bonita y se exhibió durante un mes en el que fue todo un éxito de público porque lo cierto es que los hermanos Castro Vicente, Cástor y Félix, que fueron los comisarios de la muestra hicieron una gran labor y con mi padre estuvieron ordenando todo los fondos sobre mi abuelo, ellos fueron los comisarios de las distintas exposiciones que se hicieron y lo cierto es que lo hicieron muy bien y la exposición quedó muy bonita.

-¿Dónde se depositará el legado de Faustino Santalices?

-Nuestra intención es que el legado de mi abuelo se quede en el Museo de Pontevedra, la decisión está todavía en estudio, somos tres hermanas y las tres queremos hacer eso, que se quede en Pontevedra.

-¿Qué fondos incluye la colección de su abuelo?

-Tiene las zanfonas, las gaitas, su traje tradicional, todos los cancioneros, las partituras, herramientas, es muy amplio. Hay que pensar que él recuperó zanfonas prácticamente desaparecidas, la que usaba, era de entre el siglo XII y XV, estoy hablando de memoria y no lo se con exactitud, y la restauró y los discos que grabó mi abuelo los hizo con esa zanfona. En total hablamos de decenas de piezas, entre instrumentos musicales y documentación, una buena colección.

-¿Por qué eligen el Museo de Pontevedra?

-Mi abuelo fue secretario del entonces Gobierno Civil en Pontevedra y en Ourense y tuvo mucha vinculación con esta ciudad, mi padre más todavía y yo ahora mismo vivo en Pontevedra también. En la decisión también influye la extraordinaria colección que tiene el Museo de instrumentos tradicionales, tiene algunas zanfonas y está mal que yo lo diga pero son más bonitas las de mi abuelo (risas) y suenan extraordinariamente bien.

-¿Las ha oído tocar?

-Por mi padre, las oí tocadas por mi padre pero a mi abuelo no lo conocí.

-Hay una faceta de su vida que es muy poco conocida: fue usted secretaria personal de Sara Montiel.

-(risas) Sí, fue una etapa divertida, acababa de terminar la carrera, no tenía en ese momento una trayectoria profesional definida, la estaba buscando, y como era muy amiga de mis padres surgió y lo pasé fenomenal.

-¿Cómo era la actriz?

-Sara Montiel era muy simpática, muy inteligente, con una gran inteligencia natural y era muy amiga de mis padres así que para mi estar con ella era como estar con un familiar, con una tía, con un pariente, no tenía conmigo una relación de empleada sino que me lo pasé bomba.

-¿Qué aspectos recuerda especialmente?

-Muchos momentos, por ejemplo que estuvimos en Santiago porque fue pregonera de las fiestas un año, también estuvimos aquí en Galicia dando un concierto en Vigo, en el parque de Castrelos, y recuerdo que viajamos por muchos sitios, pero sobre todo que lo pasamos muy bien.

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